Referendo revocatorio, elecciones anticipadas, pedido de renuncia, juicios políticos, protestas, diálogo: la
oposición venezolana da palos de ciego sin encontrar el camino para sacar al presidente
Nicolás Maduro del poder, pese a su impopularidad por la profundización de la crisis.
"Elecciones ya" es el nuevo lema con que la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD) intenta reanimar a sus seguidores, pero esta semana sólo logró llevar a la calle a unos 2.000, muy lejos del millón que dijeron haber movilizado en las marchas de setiembre y octubre, cuando exigían: "Revocatorio ya".
Para Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, hay pérdida de "motivación", de "esperanza de cambio inminente" y de "unidad de liderazgo", unido al "miedo" por un aumento de la "represión y amenaza del gobierno a la oposición".
Tras acabar con 17 años de hegemonía chavista en el Parlamento con un triunfo arrasador en las legislativas de diciembre de 2015, la MUD está fracturada, en crisis de credibilidad y acorralada por los otros poderes del Estado, acusados de servir al gobernante partido socialista.
Cansados de la elevada inflación –que el FMI estimó en 475% en 2016 y proyecta en 1.660% para 2017– y la falta de alimentos y medicinas, ocho de cada 10 venezolanos –según Datanálisis– reprueban al gobierno, que atribuye la crisis al desplome de los precios petroleros y a una "guerra económica de la derecha".
Pero la MUD no fue capaz de capitalizar ese malestar. Iniciar un diálogo con el gobierno el 30 de octubre, 10 días después de que el poder electoral suspendiera un referendo revocatorio contra Maduro, le salió caro.
Rechazan propuesta
No obstante, la oposición rechazó este jueves la propuesta del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para descongelar el diálogo con el gobierno, por considerar que no garantiza el "retorno a la democracia" en Venezuela, y abogó por una nueva negociación y más protestas en demanda de elecciones.
"El experimento de diálogo que se desarrolló en Venezuela del 30 de octubre al 6 de diciembre de 2016 (con el auspicio del Vaticano y la Unasur) es un capítulo cerrado que no se volverá a abrir.
El incumplimiento oficial dinamitó ese experimento", aseguró la MUD en un documento divulgado ayer.
La coalición opositora consideró necesario "elaborar otro texto", en el que las organizaciones políticas y la sociedad civil plantee a la comunidad internacional "sus demandas y propuestas para la restitución del hilo constitucional en Venezuela y el retorno de la democracia".
Para retomar la negociación, aclara la MUD, deberían cumplir se las demandas de "atención a las víctimas de la crisis humanitaria", respeto a las competencias del Parlamento, liberación de opositores presos, y un "cronograma electoral" concertado.
"Llamamos al pueblo venezolano a intensificar la protesta pacífica, constitucional y democrática. Esta activación política es la que podrá rescatar la hoy bloqueada ruta electoral", indicó el texto de la oposición.
Desilusión popular
"La población está desilusionada con los resultados poco positivos del diálogo", comentó el analista Diego Moya-Ocampos, del centro IHS Markit Country Risk.
La oposición buscaba en la mesa de conversaciones una reactivación del referendo o un adelanto de las elecciones presidenciales de diciembre 2018.
Pero el chavismo lo descartó de plano, y la MUD congeló el diálogo en diciembre pasado.