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A prisión Julio De Vido, el cajero de los gobernadores kirchneristas

Poderoso exministro de Planificación manejó la obra pública y es investigado por corrupción
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26 de octubre de 2017 a las 05:00
Mándenle champagne a la doctora (Elisa) Carrió". Sin perder la ironía, aunque con el semblante quizás más adusto que hace apenas unos años, cuando era considerado un intocable y poderoso "superministro" de los gobiernos kirchneristas, el diputado y exministro de Planificación, Julio De Vido, se entregó a primera hora de la tarde de este miércoles en los tribunales de la calle Comodoro Py, en Buenos Aires.

El legislador –que acababa de perder sus fueros parlamentarios luego de que la Cámara de Diputados hiciera lugar a un pedido de dos jueces federales que lo investigan por supuestos actos de corrupción– eligió como blanco de su ironía a la flamante diputada electa por el oficialista Cambiemos.

Eso porque Carrió no solo denunció hasta el cansancio en los últimos años a De Vido, sino que además se transformó en su principal y encarnizada rival política.

La jornada del miércoles 25 no fue sencilla para De Vido. Aunque evitó concurrir al Congreso, tomó un atajo y decidió presentarse ante la Justicia en el mismo momento en que un grupo de gendarmes había ido a buscarlo a su casa para detenerlo momentos después de ser desaforado.

De Vido, que durante 12 años manejó "la caja" de las administraciones kirchneristas y tuvo a su cargo las adjudicaciones de la obra pública en el país, estaba bajo sospecha desde hacía bastante tiempo.

Pero esas sospechas se acrecentaron a partir del cambio de gobierno y la asunción de Mauricio Macri como presidente.

Revisionismo

Precisamente, una obsesión del macrismo –además de revisar lo realizado por los gobiernos que lo antecedieron, sobre todo los de Cristina Kirchner, que tiene todavía varias causas judiciales abiertas– es evitar que el kirchnerismo retome las riendas del poder.

Buena parte de su discurso reciente apuntó a evitarlo y dio un paso importante en los hechos con su contundente victoria electoral del domingo pasado, cuando se aseguró el triunfo en 14 provincias, incluidas la capital federal y también la influyente provincia de Buenos Aires, un bastión peronista.

En todo este tiempo, los intentos revisionistas del gobierno habían sido más que una mera pretensión. Y en ese sentido el resultado del domingo pareció convalidar el rumbo trazado.

De todas formas, la situación de De Vido no es nueva y se veía venir. Ya en julio, hubo un intento para considerar el desafuero pero no estaban los votos porque los legisladores kirchneristas lo impidieron.

¿Qué pasó esta vez? Por un lado, que el viento político cambió definitivamente y, por otro, que algunos diputados que antes estaban en desacuerdo esta vez estuvieron a favor.

Sobre un total de 257 diputados, 176 votaron a favor y hubo una sola abstención.

El bloque kirchnerista decidió no estar en sala al momento de la votación. Pero aún así, cuatro diputados desconocieron la decisión de la bancada y participaron de la sesión.

El desafuero de De Vido había sido pedido por los jueces Luis Rodríguez y Claudio Bonadio, que lo investigan por el pago de sobreprecios por unos US$ 7 mil millones en la importación de gas licuado y por un desvío de fondos en la administración de un yacimiento de carbón en Río Turbio, cuyas obras quedaron inconclusas.

El otrora influyente ministro, cuyo desafuero es un nuevo golpe para la expresidenta –que deberá declarar este jueves por el supuesto acuerdo con Irán en el marco de la causa AMIA– fue un funcionario leal que se vinculó con el expresidente Néstor Kirchner en la provincia de Santa Cruz, donde ocupó distintos cargos.

Pero luego, ya en el gobieno nacional, De Vido fue una suerte de canciller "ad hoc", cuya autonomía le permitió manejar fondos millonarios y adjudicar obra pública en rubros como electricidad, gas, telefonía celular, vialidad, trenes, aviones, agua, entre otros.

Bloque kirchnerista no participó de la votación

La mayoría del bloque de diputados del Frente para la Victoria, un sector afín al kirchnerismo, desistió de tomar parte en la sesión de la Cámara de Diputados que votó a favor de quitarle la inmunidad parlamentaria a Julio De Vido.

Poco antes de que comenzara la sesión, sobre el mediodía, el jefe de bancada, Héctor Recalde, explicó las razones por las cuáles pegarían el faltazo al plenario de la cámara.

En su opinión, eso pasaría porque el oficialismo ya había obtenido "los dos tercios necesarios (de los votos" para proceder al desafuero del exministro.

Al hablar con la prensa, Recalde admitió, no obstante, que se produjeron diferencias a la interna de la bancada respecto de cuál debía ser la posición a tomar.

Sin embargo, pese a las discrepancias, Recalde confió en que prevaleció "la organicidad del bloque".

Al mismo tiempo, el diputado kirchnerista aseguró que la bancada no estaba de acuerdo en "convalidad" con la presencia de los legisladores de ese sector "este hostigamiento, estya persecución contra un compañero".

En esa línea de pensamiento, aseguró, según el diario La Nación, que existe "un plan de persecusión" de dirigentes opositores, además de que un "un grupo" de jueces y fiscales "siguen instrucciones" del Poder Ejecutivo.

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