Adam West, 1928-2017

El verdadero, la encarnación con voz y movimientos físicos del Batman de papel, que leíamos en las historietas publicadas por la editorial mexicana Novaro, en la cual Robin siempre aparecía en el momento de planear la salvación de Ciudad Gótica, aunque el trabajo principal lo hacía Batman, no vano, lo que era Batman y Robin, con el paso del tiempo devinoBatman, a secas, por más que Robin siguiera estando.

En las historias de super héroes, los personajes secundarios nunca pueden competir con el protagónico.

En la serie televisiva Robin era Burt Ward, hoy un hombre obeso de 71 años (después de la serie cayó en la oscuridad total). En la lista de Batmanes televisivos y cinematográficos, la que incluye a Lewis Wilson, Robert Lewery (ambos pre West), Michael Keaton, Val Kilmer, George Clooney, Christian Bale y Ben Affleck, Adam West fue sin dudas el más humano de todos, seguramente porque el actor se creía en serio que era Batman, y por lo tanto podía hacer su trabajo sin mostrar estrés ni dudas a la hora de resolver las misiones, además, como sus condiciones actorales eran limitadas, era casi igualito a los niños cuando se disfrazan de Batman y juegan a que son el hombre murciélago, logrando sin drama alguno que sus actos heroicos tengan una efectividad absoluta en la imaginación.

De la serie Batman se hicieron 120 capítulos, los cuales por tres temporadas fueron una antología de situaciones altamente originales para la televisión de la época. Guionistas y productores no necesitaban recurrir a la violencia explícita, ni a cualquier tipo de violencia ofensiva, para entretener con acción y situaciones inesperadas, propias del mundo de entretenimiento cuando hace su trabajo con inspiración. La serie contó con la presencia regular de actores de primer nivel, como Cesar Romero (El Guasón), Burgess Meredith (El Pingüino), y John Astin (El Acertijo), entre otros.

En cuanto a condiciones actorales, West no era el más destacado en el reparto de la serie, pero era Batman. Y siempre lo será.