Aemilius, una sensación para los medios italianos

“Viaja con un termo de agua caliente y con el recipiente característico lleno de hojas secas de yerba mate, muy similar a la hierba, que produce una bebida aromática. De vez en cuando se toma un sorbo de la bombilla, interrumpiendo el flujo de las palabras con que su padre Gonzalo Aemilius, el sacerdote uruguayo del que el Santo Padre habló al final de la misa celebrada en Santa Ana, envuelve a los que piden hablar del Papa Francisco”.

Así comienza la nota de L'Osservatore Romano, en la que el cura uruguayo –que desde que fue nombrado por el papa llamó la atención de los medios internacionales- habló de su relación con el papa y dijo que Bergoglio lo impresionó por "la mirada con la que defiende la vida, en todas sus formas y en todas sus expresiones".

"Cada uno de nosotros, si se decide a tomar una decisión, necesita un modelo a seguir. Yo quedé atrapado por el profundo estilo pastoral de aquel arzobispo argentino. Estaba tan cerca de mi forma de sentir la Iglesia que me apasionó al punto de que se convirtió en el faro de lo que sería mi vida futura".

El sacerdote uruguayo contó que en su cumpleaños número 22 recibió un llamado telefónico y "cuando me dijeron que el cardenal Bergoglio estaba al teléfono pensé que era una broma de un amigo. El arzobispo de Buenos Aires no me conocía, así que, ¿cómo podría llamarme para saludarme?". Aemilius aseguró que "mientras intercambiamos las primeras palabras, era difícil creérmelo. Me costó convencerme. Pero cuando me di cuenta que realmente era él, me di cuenta que en aquel momento estaba cambiando mi vida".

Bergoglio marcó la vida de Aemilius en varios aspectos. El ex director del Liceo Jubilar destacó del papa "la mirada con la que el padre defiende la vida, en todas sus formas y en todas sus expresiones". También "su manera de ser padre. En primer lugar con las personas pobres". Además, remarcó un aprendizaje que le dejó Bergoglio: "Me ha enseñado a traer lo mejor de cada individuo, por más distinto que sea de los demás, y ponerlo a trabajar para el bien de todos".

Una anécdota que Aemilius no olvidará sucedió en una villa argentina: "Me llamó mucho la atención cuando durante la misa del jueves santo celebrada en una villa argentina, un lugar similar a una favela brasileña, donde circula mucha droga, hizo el lavatorio de pies a drogadictos y enfermos de SIDA con una ternura impactante. Y con su gesto rescató a muchos habitantes del distrito, prisioneros de ese mecanismo tremendo que son las drogas y su camino".

El uruguayo destacó la tenacidad de Francisco para luchar contra la trata de seres humanos y la esclavitud, y dijo: "Hoy la batalla se ha convertido en la mía. La combato para sacar a los jóvenes del flagelo de las drogas, para darles un futuro que no sea el de la calle".

Aemiliuis también recorrió la redacción de la RAI, donde habló sobre su trabajo en el jubilar.