Alertan por alza de cesáreas, que llegan a casi la mitad de nacimientos

En el país, uno de los de mayor acceso a los servicios sanitarios de América Latina, cuatro nacimientos de cada diez, son por cesárea, pero en algunos centros el porcentaje llegó en 2013 a 70%, según un artículo de Francisco Cóppola, profesor agregado de la clínica Ginecotocológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.

El trabajo analizó las complicaciones maternas surgidas de esa práctica médica, las causas del aumento –entre ellas el que se pague por acto médico o el temor a demandas judiciales por no hacerla– y también lo que debería corregirse para bajar el número de cesáreas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ubicaron la “tasa ideal” para estas intervenciones entre 10% y 15%, pero la realidad uruguaya se aleja cada vez más de esa meta.

El texto publicado en la Revista Médica del Uruguay de marzo pasado estableció que en el año 2013, hubo 20.658 nacimientos por cesárea (43,7% del total).

Cóppola tiró por tierra la creencia de que este tipo de procedimiento es más seguro a la hora del parto y afirmó que “todas las complicaciones maternas” son mayores.

Concluyó que se está ante un problema de salud pública que debe ser tratado como tal, pidió que se incorporen las recomendaciones de la OMS y reivindicó el rol de las parteras.

En Uruguay los números que presentó el Hospital Pereira Rossell hizo bajar el promedio de cesáreas en los hospitales públicos, mientras que el Centro Auxiliar de Young (que es de gestión pública-privada) registró las tasas más bajas.

Los datos del Sistema Informático Perinatal (de donde se desprende la cifra del 70% de nacimientos por cesárea) también determinaron que el número de intervenciones es mayor en mutualistas que en hospitales.

Entre 2009 y 2013 lo que hubo fue “un ascenso progresivo” de las cesáreas escribió Cóppola.

Por qué

Los cuatro argumentos que se esgrimen para explicar el fenómeno no son tan relevantes, según el autor: el beneficio económico de los ginecólogos, que las mujeres cada vez más las piden sin justificación médica, que aumentaron las demandas judiciales contra los médicos y que aumentó el número de embarazadas que realmente necesitan de ese tipo de intervenciones.

El médico afirmó que esas razones “no explican en general la situación”.

El aumento se explica, en gran parte, por el estricto diagnóstico del inicio del trabajo de parto que lleva a los médicos, basándose en tablas hechas en los años 60, a inclinarse por intervenir.

Por eso, a muchas pacientes en las que se considera que el parto no progresa se le hace una cesárea, cuando en realidad ni siquiera entraron en fase activa del parto.

Otra gran causa del aumento es el “falso paradigma” de que “cesárea es igual a otra cesárea” para el segundo o tercer nacimiento, explicó Cóppola a El Observador.

Otra de las razones que mencionó es que los médicos perdieron las destreza para que los niños que estén en posición podálica (de nalgas) puedan nacer en forma natural.