Apenas cuatro meses lleva el uruguayo Luis Almagro como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) cuando ya se vio involucrado en dos polémicas entre países miembros del bloque. Los líderes de República Dominicana y Venezuela lo cuestionan por sus dichos o actitudes.
Este lunes 27 el excanciller uruguayo recibió en Washington durante dos horas a Henrique Capriles, líder de la oposición venezolana. Según relató después el gobernador de Miranda, tuvo margen para ilustrar a Almagro sobre la "situación explosiva" que vive actualmente Venezuela, con una elevada inflación y problemas de desabastecimiento.
Capriles también insistió en que antes de fines de setiembre la OEA debería decidir si envía o no una misión de observadores para las elecciones legislativas que habrá el 6 de diciembre en su país. "¿Por qué dar una negativa? Nada ayuda a la resolución de la crisis socioeconómica que sufre el país", recalcó Capriles.
El diálogo se enmarca en una polémica que inició el mismo Almagro cuando el mes pasado publicó en su cuenta de twitter que la OEA "ofrece servicios de observación electoral".
Pero hasta ahora la Comisión Nacional Electoral venezolana invitó solo a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para que designe expertos para un "acompañamiento electoral". Aún no dio respuesta a las exigencias de opositores para que invite a otros referentes, como la OEA, la Unión Europea o el Vaticano.
Entre el ofrecimiento de Almagro para observar los comicios y el recibimiento que hizo al líder opositor desataron la ira de Maduro, que el domingo pidió que le preguntaran al uruguayo "si va a trabajar para América Latina y el Caribe o para Washington".
"Aquí no se puede estar bien con Dios y con aquello. O se está con los pueblos o se está con el imperio. Así de sencillo. Díganselo a Almagro de parte mía", pidió a funcionarios presentes en un acto público. "Aquello" son las conspiraciones golpistas que el oficialismo achaca a los opositores.
"Es importante aclarar" si Almagro "va a impulsar la democracia, el respeto a los pueblos y a condenar las conspiraciones o va a seguir el mismo jueguito (...), la misma línea intervencionista de la derecha y del chileno José Miguel Insulza", su antecesor al frente de la OEA, agregó el gobernante venezolano.
"La OEA tiene 67 años de creada y no sirve para nada. La OEA lo que ha hecho es aprobar invasiones, golpes de Estado" y en su secretaría general "hay un maleficio" que convierte a esa instancia en "una guarida de conspiración contra los procesos progresistas nobles, revolucionarios y auténticamente populares", remató.
Tras reunirse con Almagro, Capriles acusó las "indefendibles" posiciones del gobierno de su país.
En el caso de República Dominicana y Haití también se acusa a Almagro de haber sido temerario en sus expresiones. El dilema surgió en una entrevista que concedió a la cadena CNN el 15 de julio, cuando fue preguntado por la situación de esos dos países, actualmente en un litigio diplomático por una crisis migratoria.
La Española que "es una isla. Generalmente cuando es una isla no hay dos países, hay un solo país aunque sea una isla grande como Australia. Esta es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales muy diferentes, con realidades económicas muy diferentes, con realidades políticas muy diferentes", indicó el secretario general de la OEA.
Aunque Almagro esgrimió luego que sus palabras se malinterpretaron, sus afirmaciones generaron infinidad de críticas entre diversos sectores de la sociedad dominicana, que entendieron que el representante no es imparcial en este asunto.
Ante una queja formal de Dominicana, Almagro envió una carta al canciller Andrés Navarro y explicó que no puede haber concepto más ridículo ni más lejano a su pensamiento que la posibilidad de unificación de los dos países.
Pero el canciller indicó, también en entrevista con CNN, que su gobierno no dialogará con la OEA hasta que Almagro no rectifique sus dichos. Agregó que un equipo de profesionales estudia "los términos" de la misiva del uruguayo.
A todo esto, Almagro tiene en sus manos el informe elaborado por la misión que envió hace dos semanas a República Dominicana y Haití para evaluar la situación que se generó por el vencimiento el 17 de junio del plazo para que los indocumentados se acogieran al Plan de Regularización de Extranjeros.
Almagro indicó que mañana, miércoles, presentará el informe ante el Consejo Permanente de la OEA.
Este martes el Grupo de Trabajo de la ONU se manifestó respecto a la crisis y, en un comunicado, indicó que al menos 19.000 personas migraron de República Dominicana a Haití luego del 17 de junio. Las partidas fueron "ante el temor de que se produzcan posibles violaciones de sus derechos cuando las deportaciones comiencen oficialmente en agosto", indicó el grupo de ONU, que pidió a las autoridades dominicanas que "adopten una legislación transparente y efectiva, al igual que otras medidas para combatir exitosamente la discriminación y la exclusión social que afrontan la mayoría de las personas migrantes haitianas y las personas de origen haitiano en el país".
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá