Ancianos de Río Branco serán cobijados luego del desamparo

La Justicia comenzó a resolver este lunes el traslado de los nueve ancianos que se encuentran internados en el Hospital de Río Branco, luego de que hubieran sido encontrados el jueves 13 en un galpón en un residencial clandestino de esa localidad. Al menos dos de los adultos mayores irán a vivir a un hogar autorizado en el pueblo, que tiene apoyo del municipio, según dijo a El Observador el alcalde Christian Morel.

Las dos personas que serán trasladadas no tienen patologías previas, porque el hogar no podría recibirlos si presentaban enfermedades. Uno de ellos, de 45 años, tiene síndrome de Down. Según explicó el alcalde, la pericia psiquiátrica dio como resultado que no tiene "signos de agresividad", por lo que podrá ir al nuevo residencial. El otro interno todavía no recibió el alta médica, así que las autoridades estiman que sea trasladado este jueves.

Si bien el hogar de Río Branco no tenía espacio la semana pasada, la necesidad de trasladar a estas nueve personas -que están hospitalizadas hasta que se les encuentre un lugar donde vivir- determinó que se abrieran dos plazas en ese residencial que tiene apoyo del municipio.

Fuentes de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) dijeron a El Observador, acerca de los siete ancianos que continúan internados, que la Justicia no resolvió aún el traslado de todos ya que pidió informes médicos de algunos de ellos antes de tomar una decisión definitiva.

A su vez, el informante agregó que una de las familias podría hacerse cargo de uno de los ancianos, por lo que restaría encontrarles un lugar a los otros seis internos. El Observador trató de comunicarse sin éxito con el juez del caso.

El hogar al que serán trasladados dos de los internos pertenece a una organización no gubernamental.

Esta institución recibe apoyo del municipio de Río Branco, por lo que nueve trabajadores que desempeñan tareas allí son funcionarios municipales. La encargada del residencial, Magela Apolinario, también es empleada del municipio.

El alcalde explicó que el hogar siempre recibió ayuda estatal, pero en el pasado les daban dinero. Cuando Morel asumió como alcalde en 2015 decidió dejar de pagarles los $150 mil que les daban en el pasado y contrató nueve funcionarios.

"Esa es la mejor forma de brindarles ayuda, porque nosotros nos encargamos de los sueldos", afirmó.

Este es el único residencial habilitado de Río Branco, pero recién obtuvo la autorización hace cinco meses, según contó Apolinario a El Observador días atrás. El hogar funciona desde 1986 y cada adulto que ingresa debe pagar una cuota fija de $11 mil mensuales. En el residencial clandestino los internos pagaban entre $3 mil y $9 mil por mes.

"No es complicado si tenés todo en regla: historias de los internos, un registro de las caídas, del horario que toman la medicación, tener la cantidad de enfermeros necesarios. Funciona como un hospital", señaló Apolinario.