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Aplazan regasificadora para 2017 pero costará menos, según Cosse
GNLS pagará a Gas Sayago la garantía de US$ 100 millones; habrá una nueva licitación de la obra
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03 de septiembre de 2015 a las 05:00
El gobierno seguirá adelante con las obras de construcción de la planta regasificadora en la bahía de Montevideo, después de haber alcanzado un acuerdo con el actual adjudicatario, el consorcio GNLS (integrado por GDF Suez y la japonesa Marubeni) por el que se pagará a Gas Sayago una compensación de US$ 100 millones.
La ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, sostuvo ayer en el Parlamento que actualmente se estudian distintos modelos de negocios que próximamente serán puestos a consideración de los directorios de UTE y ANCAP, para luego realizar otro llamado a licitación y seleccionar un nuevo adjudicatario. Estas dos empresas tienen una participación de 90% y 10%, respectivamente en Gas Sayago.
Cosse indicó que el costo del nuevo proyecto "será bastante menor" a lo que se había estimado inicialmente (unos US$ 800 millones) pero no ofreció mayores detalles. Ahora la meta es que la obra quede pronta para mediados de 2017, es decir seis meses después de lo que se había previsto. Según el gobierno, el costo de la obra civil se estima en US$ 600 millones, de los cuales hasta 2014 se ejecutaron US$ 210 millones, por lo que restan ejecutar otros US$ 390 millones para el actual período, de acuerdo a lo expresado en el proyecto de ley de Presupuesto enviado al Parlamento.
El martes fuentes de UTE habían señalado a El Observador que plantearon que sería oportuno volver a evaluar técnicamente la "viabilidad" del proyecto en vista de un posible sobrecosto, que podría hacer no tan atractivo la ecuación de la planta para reducir la cuenta energética para el país.
Cosse subrayó en el Parlamento que "todas las premisas" que el país consideró para llevar adelante la regasificadora "permancen o han mejorado". "El descenso de los precios del petróleo no va a continuar y tenemos precios del gas a la baja", apuntó. "El proyecto está en inmejorables condiciones para continuar", resaltó la ministra durante la interpelación realizada por el diputado del Partido Nacional (PN), Pablo Abdala.
El acuerdo alcanzado con GNLS implica que el consorcio pague a Gas Sayago la garantía de US$ 100 millones prevista en el contrato; y además transfiera todos los activos generados en el mar y el obrador desde que se comenzó a ejecutar el proyecto, cuyo valor se estima en unos US$ 100 millones.
También da la opción a Gas Sayago de retomar contratos que GNLS tuviera vigentes para la obra "si fueran convenientes" y habilita a que se puedan utilizar información producida por GNLS para e proyecto sin abonar ninguna contraprestación. "Si comparamos este acuerdo con el resultado más optimista que se podría haber obtenido por la vía de la rescisión unilateral lo obtenido es óptimo. El acuerdo recoge una solución que contempla todos los derechos de Gas Sayago", dijo Cosse.
En este sentido, la ministra explicó que GNLS también declara "expresamente" que permanece como único responsable frente a terceros por incumplimientos de contratos anteriores y por todas sus demás obligaciones de cualquier especie con terceros púbicos o privados "sea cual sea su fecha". "Adicionalmente quedan sin efecto las garantías de ANCAP, UTE y el Estado", afirmó la ministra.
Hasta la fecha GNLS no había cumplido con dos hitos de la obra: uno que estaba fijado para el pasado 3 de enero y que implicaba tener lista la plataforma del muelle para el montaje electromecánico; y otro para el pasado 11 de julio cuando estaba previsto el preinicio de actividades con la llegada de un barco "muleto".
Según Cosse la opción que tenía Gas Sayago para rescindir era recién a partir del próximo 3 de octubre, es decir nueve meses después del incumplimiento del primer hito. El contrato que será rubricado en los próximos días establecía la construcción una planta regasificadora flotante en Punta de Sayago para la cual se proyectó una inversión de US$ 1.125 millones, que incluyen la obra y el pago al operador por 15 años. El proyecto debía estar listo para noviembre de 2016.
Una vez operativa, Gas Sayago se comprometía a pagar un canon anual de US$ 14,5 millones por el plazo del contrato, dinero que le permitirá a GNLS recuperar su inversión y obtener una ganancia por el servicio de regasificación que brindaría al Estado. Así, el contrato ascendería a US$ 2.610 millones a valores de hoy.
Sin embargo, en abril –cuando se anunció la rescisión del contrato que GNLS tenía con la constructora brasileña OAS para llevar adelante la obra civil–, el consorcio a cargo del proyecto elevó una propuesta al Estado solicitando subir el canon mensual a US$ 20 millones, además de extender a 20 años el servicio de regasificación. Con esos cambios, el acuerdo se disparaba a US$ 4.800 millones a valores corrientes, lo que no fue aceptado por el Poder Ejecutivo.
La ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, sostuvo ayer en el Parlamento que actualmente se estudian distintos modelos de negocios que próximamente serán puestos a consideración de los directorios de UTE y ANCAP, para luego realizar otro llamado a licitación y seleccionar un nuevo adjudicatario. Estas dos empresas tienen una participación de 90% y 10%, respectivamente en Gas Sayago.
Cosse indicó que el costo del nuevo proyecto "será bastante menor" a lo que se había estimado inicialmente (unos US$ 800 millones) pero no ofreció mayores detalles. Ahora la meta es que la obra quede pronta para mediados de 2017, es decir seis meses después de lo que se había previsto. Según el gobierno, el costo de la obra civil se estima en US$ 600 millones, de los cuales hasta 2014 se ejecutaron US$ 210 millones, por lo que restan ejecutar otros US$ 390 millones para el actual período, de acuerdo a lo expresado en el proyecto de ley de Presupuesto enviado al Parlamento.
El martes fuentes de UTE habían señalado a El Observador que plantearon que sería oportuno volver a evaluar técnicamente la "viabilidad" del proyecto en vista de un posible sobrecosto, que podría hacer no tan atractivo la ecuación de la planta para reducir la cuenta energética para el país.
Cosse subrayó en el Parlamento que "todas las premisas" que el país consideró para llevar adelante la regasificadora "permancen o han mejorado". "El descenso de los precios del petróleo no va a continuar y tenemos precios del gas a la baja", apuntó. "El proyecto está en inmejorables condiciones para continuar", resaltó la ministra durante la interpelación realizada por el diputado del Partido Nacional (PN), Pablo Abdala.
El acuerdo alcanzado con GNLS implica que el consorcio pague a Gas Sayago la garantía de US$ 100 millones prevista en el contrato; y además transfiera todos los activos generados en el mar y el obrador desde que se comenzó a ejecutar el proyecto, cuyo valor se estima en unos US$ 100 millones.
También da la opción a Gas Sayago de retomar contratos que GNLS tuviera vigentes para la obra "si fueran convenientes" y habilita a que se puedan utilizar información producida por GNLS para e proyecto sin abonar ninguna contraprestación. "Si comparamos este acuerdo con el resultado más optimista que se podría haber obtenido por la vía de la rescisión unilateral lo obtenido es óptimo. El acuerdo recoge una solución que contempla todos los derechos de Gas Sayago", dijo Cosse.
En este sentido, la ministra explicó que GNLS también declara "expresamente" que permanece como único responsable frente a terceros por incumplimientos de contratos anteriores y por todas sus demás obligaciones de cualquier especie con terceros púbicos o privados "sea cual sea su fecha". "Adicionalmente quedan sin efecto las garantías de ANCAP, UTE y el Estado", afirmó la ministra.
Hasta la fecha GNLS no había cumplido con dos hitos de la obra: uno que estaba fijado para el pasado 3 de enero y que implicaba tener lista la plataforma del muelle para el montaje electromecánico; y otro para el pasado 11 de julio cuando estaba previsto el preinicio de actividades con la llegada de un barco "muleto".
Según Cosse la opción que tenía Gas Sayago para rescindir era recién a partir del próximo 3 de octubre, es decir nueve meses después del incumplimiento del primer hito. El contrato que será rubricado en los próximos días establecía la construcción una planta regasificadora flotante en Punta de Sayago para la cual se proyectó una inversión de US$ 1.125 millones, que incluyen la obra y el pago al operador por 15 años. El proyecto debía estar listo para noviembre de 2016.
Una vez operativa, Gas Sayago se comprometía a pagar un canon anual de US$ 14,5 millones por el plazo del contrato, dinero que le permitirá a GNLS recuperar su inversión y obtener una ganancia por el servicio de regasificación que brindaría al Estado. Así, el contrato ascendería a US$ 2.610 millones a valores de hoy.
Sin embargo, en abril –cuando se anunció la rescisión del contrato que GNLS tenía con la constructora brasileña OAS para llevar adelante la obra civil–, el consorcio a cargo del proyecto elevó una propuesta al Estado solicitando subir el canon mensual a US$ 20 millones, además de extender a 20 años el servicio de regasificación. Con esos cambios, el acuerdo se disparaba a US$ 4.800 millones a valores corrientes, lo que no fue aceptado por el Poder Ejecutivo.
