El cuerpo había sido trasladado desde Esquel, 1.850 km al sudoeste, en un avión sanitario, y en medio de un fuerte operativo policial llegó la mañana del jueves a la morgue judicial de Buenos Aires, dependiente de la Corte Suprema.
Al momento del hallazgo, el cuerpo tenía puesto la ropa del joven y además en un bolsillo fue encontrado su documento de identidad.
Tanto la familia como la comunidad mapuche –de la cual el joven era activista– afirmaron que el cuerpo fue "plantado" en ese lugar, donde por otra parte ya se habían realizado tres rastrillajes.
El cadáver apareció casi flotando en el río, enganchado a las ramas de unos sauces.
Apenas se produjo el hallazgo, el cuerpo fue trasladado a la capital argentina desde la ciudad de Esquel, ubicada a unos 1.850 kilómetros de
Buenos Aires, en un avión sanitario, y en medio de un estricto operativo de seguridad.
Es que el juez que entiende en la causa dispuso que la autopsia, de la que participó alrededor de una veintena de peritos, fuese realizada en Buenos Aires.
El joven había desaparecido el pasado 1° de agosto cuando participaba de una protesta a favor de la restitución de tierras hacia los mapuches. Esas tierras "ancestrales" fueron compradas por el millonario italiano Luciano Benetton, que es propietario de unas 900 mil hectáreas en la Patagonia. Ese día se produjo una fuerte represión de la Gendarmería, y la familia del joven siempre acusó a las fuerzas de seguridad de estar involucradas en su desaparición.
De hecho, distintos testigos habían dicho a la Justicia que Maldonado fue llevado en una camioneta con rumbo desconocido.
Desde un principio, el caso fue caratulado e investigado como una desaparición forzada.
La desconfianza de la familia fue tal desde un principio que Sergio Maldonado aseguró, sin titubeos: "Algo pasó (para) que aparezca ahora el cuerpo".
Repercusiones
El caso Maldonado detonó como una granada en el sistema político argentino, ya que acentuó el enfrentamiento entre el gobierno de Mauricio Macri y la oposición encabezada por la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.
De hecho, el clima político que ya de por sí era tenso se volvió más enrarecido cuando faltan apenas dos días para las elecciones legislativas en las cuales tanto la coalición oficialista Cambiemos como la oposición kirchnerista se juegan mucho.
Por otra parte, el cruce de acusaciones enturbió todavía más la campaña política para estos comicios, en los cuáles se renovará una parte del Congreso.
Por lo pronto, el kirchnerismo buscó capitalizar el impacto político y social de esta desaparición a su favor y pidió de inmediato la cabeza de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Apenas el cuerpo fue encontrado, el presidente Macri dispuso que ningún integrante de su gobierno efectuara comentarios públicos hasta tanto no se produjeran novedades en cuanto a la autopsia.
"El presidente sigue con preocupación (el caso) y dio la orden de poner todo a disposición de la Justicia para que se pueda esclarecer lo antes posible", había dicho este jueves el ministro de Justicia, Germán Garavano.
Al mismo tiempo, el gobierno había quedado en una posición incómoda, luego que la candidata a diputada Elisa Carrió comparara a Maldonado con el dibujante estadounidense Walt Disney, a propósito del estado de conservación del cuerpo del artesano.
Disney había sido congelado para mantener su cuepo hasta que pudiera encontrarse una cura para la enfermedad que padecía. El comentario de Carrió, conocida por sus polémicas expresiones públicas, generó una amplia indignación popular y política que se extendió como reguero de pólvora por las redes sociales.