El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) del vecino país y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA, por sus siglas en portugués) del país norteño "acompañaron esta necesidad emergente mediante un acuerdo bilateral", agregó la información.
El nuevo CVI "contempla el intercambio de embriones bovinos in vitro producidos a partir de ovocitos obtenidos de donantes vivas, lo cual garantiza las condiciones sanitarias apropiadas para el comercio internacional, según las recomendaciones dictadas por la OIE para este tipo de operatorias".
Según el portal argentino, "atento a las necesidades del mercado y al incremento en la producción de animales a partir del desarrollo de nuevas biotecnologías se plantean diferentes opciones en el comercio de material reproductivo, tanto en la oferta como en la demanda".
Además, "se trabaja a nivel del Mercosur para formular los requisitos sanitarios que deberán cumplirse para ingresar este tipo de material a los países del bloque desde el resto del mundo".
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