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Arte en Uruguay: calidad que sobra y consumidores en falta

El rubro está estancado hace algunos años y diversos factores influyen en esa situación; poca educación en arte que afecta más a las nuevas generaciones, falta de apoyo de instituciones y tamaño de mercado son algunos
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03 de mayo de 2017 a las 05:00
Es miércoles 26 de abril en la casa de remates Castells. Decenas de personas, catálogo en mano, esperan con la expectativa de siempre que comiencen a escucharse las ofertas por las pinturas de artistas nacionales que serán presentadas en subasta. Pedro Figari, Ignacio Iturria, Jorge Damiani, José Pedro Costigliolo y María Freire eran algunas de las principales apuestas del remate, en el que finalmente se llegó a la venta de 67 lotes de los 115 ofrecidos.

Una pintura de Figari se vendió en US$ 520, una cifra que puede considerarse baja si solo se toma el nombre del autor. Y el cuadro más destacado, "Estancia bodegón y luna", de Jorge Damiani, si bien fue la cifra más alta alcanzada esa tarde (US$ 1.800), la misma obra, cinco años atrás, podía haberse vendido por hasta US$ 8.000, según expertos consultados.

Aunque se trató de uno de los remates que la casa cataloga como "menores" –ya que en sus mayores remates logran colocar el 100% de la oferta– diversos actores del mercado del arte coinciden en que las subastas son un termómetro de la realidad que se vive en el rubro día a día.

Y es que hoy se vende a precios "normales", según el director de la casa de Remates Bavastro, Héctor Bavastro. Para el rematador, hay pintores que hace cinco años "valían mucho" y que hoy "valen la mitad". Como en todas las actividades que involucran negocio, en el arte también hay tendencias y momentos en los que se opta más por ciertos autores o estilos. Pero el del arte se trata de un rubro "diferente a todos", y que "no se puede analizar ni estudiar de la misma forma que un mercado masivo", según la responsable de la galería física y online Portón de San Pedro, Sofía Loureiro.

En Uruguay no existen cifras oficiales sobre lo que mueve el mercado del arte. Las únicas pertenecen al estudio Hacia una Cuenta Satélite en Cultura, realizado por la Dirección de Cultura y la Facultad de Economía en 2009. Para el de 2012 se eliminó el capítulo de este mercado.

Estancado, tranquilo y hasta incluso en "depresión", fueron algunas de las palabras que varios actores del rubro que fueron consultados utilizaron para describir la situación actual del mercado del arte.

El 2016 para Remates Bavastro estuvo dividido. Según consignó su director, realizaron cuatro subastas de las cuales dos fueron buenos y dos "chatos".

80% de su oferta es el porcentaje de las obras que fueron vendidas por remates Bavastro en 2016.

Para el director de Arte & Alhajas, Andrés Prilassnig, si bien mensualmente se ofrecen a la venta cientos de obras, hubo una baja general de los valores conseguidos. "Desde el año pasado e incluso el anterior ya ha disminuido la venta, y sobre todo los valores", comentó. Por su parte, Bavastro agregó que cuando no hay compradores, los precios bajan. Ell rematador Juan Castells opinó que, muchas veces un remate es más "flojo" porque no están las obras que se demandan.

Varios son los factores que inciden en la realidad de este mercado; la educación de las nuevas generaciones, la situación económica, el tamaño del mercado y la falta de apoyo de instituciones públicas son algunos de ellos.

Y a su vez esos factores están entrelazados. Si la economía decrece, también se dificulta la venta del arte. "Está el que tiene la obra, no necesita malvenderla y se queda en el molde, y del otro lado el comprador que tiene dinero pero quiere hacer un buen negocio. Cuando esas dos puntas de la madeja están tirantes es muy difícil que haya negociación, entonces la venta se tranca", apuntó Loureiro.

La cantidad de obras que logró rematar Castells & Castells en 2016 fue de 2.449. Para 2017, su director Juan Castells sostuvo que la expectativa es alta por la calidad de las obras y la disposición de posibles compradores que se detecta con anterioridad.

Ejemplo de la situación local es Galería Latina, dirigida por Pablo Marks, que dejó de hacer exposiciones abiertas por falta de público. Ahora sus obras se pueden ver a través de internet y su valor se negocia con el galerista. De los 22 empleados con los que contaba, la reducción fue tal que ahora solo cuenta con una secretaria que trabaja a medio tiempo. "Hoy en día no existen prácticamente las galerías de arte en Uruguay. Galería de arte significa exponer obra. La venta tendría que venir como consecuencia", argumentó.

Jugar en grandes ligas

Cuando el tamaño del mercado es un obstáculo para el desarrollo profesional, la salida hacia otros mercados es muchas veces el camino a seguir. Así como en el fútbol uruguayo, en el que los talentos parecen abundar pero los que alcanzan el súmmum son los que juegan en las "grandes ligas" de otros países, para el arte la situación parece ser similar.

Para el escultor Pablo Atchugarry se puede hacer un paralelismo con el fútbol, ya que Uruguay es un país de "gran producción de arte". Según el escultor, la calidad de los artistas está, pero lo que falta es una conciencia sobre la importancia que tiene su difusión y presencia en otros mercados para poder vivir de ella. Indicó que al no tener un mercado acorde a la producción, los artistas están "llamados" a mostrar sus obras en el exterior.

"Las organizaciones gubernamentales y/o sociales reflejan que en otros países sí importa conocer y ser parte de la cultura. Aquí pienso que es mucho menos de lo que debería ser". Andrés Prilassnig, director de Arte & Alhajas.

El escultor uruguayo obtuvo su récord de venta en la subasta de Christie's en Nueva York, donde una de sus obras fue vendida por US$ 439.000 en noviembre de 2016. "Hay que salir, ese es el consejo que le doy a los artistas, que tienen que ir a pelear en mercados más grandes. Cuando el nombre gira en el circuito internacional, después ya es más fácil", aconsejó el artista.

Portón de San Pedro
Galería de arte Portón de San Pedro
Galería de arte Portón de San Pedro

De todas formas, Atchugarry reconoce que el del artista es un camino "en repecho" en el que gana quien persevera. Indicó que para hacerse un lugar en el mercado se necesita una presencia constante en exposiciones, galerías, museos y ferias: "El consejo es tratar de hacer enamorar a galeristas y curadores, tratando de hacer sostenible una presencia internacional".

Para la directora de Diana Saravia Galería de Arte, Diana Saravia, "no se viviría con la venta en el mercado interno". Siempre tiene que haber una "ventana" para otros países.

Y para lograr la presencia a nivel internacional, varios consultados coincidieron en que se necesita apoyo por parte del Estado.

Marks, de Galería Latina, contó que hasta hace diez años el Estado actuaba como facilitador para que los artistas presentaran sus obras en el extranjero. "Por ejemplo el embajador que estaba en Italia o Israel contaba con un director de cultura que realizaba exposiciones de uruguayos, invitaba al artista y el Estado nos ayudaba con el traslado de la obra, que fuera por valija diplomática(...) El apoyo ahora es muy mínimo, es casi nada", sostuvo.

"No se vive del mercado interno. Tiene que haber una ventanita para afuera" Diana Saravia, Directora de diana saravia galería de arte

En la misma línea, Atchugarry añadió que sería "un apoyo muy grande" contar con la promoción por parte de un ministerio, ya sea el de Educación y Cultura o de Relaciones Exteriores.

Una de las galerías locales que apostó a la expansión es Galería del Paseo. Hoy tiene presencia en Punta del Este y Lima (Perú). Para su directora, Silvia Arrozés, "es vital salir al exterior".

En el caso de Portón de San Pedro, la galería se hizo un lugar en el mundo por medio del mercado online. Loureiro contó que apostaron a este mercado en 2002, lo que fue un desafío ya que no había empresas preparadas para crear un sitio con características de e-commerce. Hoy cuentan con un acervo de 3.600 obras online y 6.000 contando la galería física, y sus ventas se sostienen con el tiempo.

Una vez que un artista gana un valor importante para su obra en otro mercado, generalmente se respeta ese valor, y es por eso que muchas veces lo alcanzado en otros mercados es un precio por el que un comprador de arte uruguayo promedio no pagaría.

Educación estética

Algo que poco se relaciona con la situación económica y a lo que los expertos atribuyen gran parte de la crisis en el arte local es a la escasa o nula educación de la sociedad al respecto, una problemática en donde las más "afectadas" son las nuevas generaciones. Y esa falta de educación es lo que lleva a que aunque se tenga el poder adquisitivo, poco se piense en destinarlo en arte como sí se hace en un auto, un viaje o cualquier bien de consumo masivo.

Esa responsabilidad, según varios actores consultados, pasa por las instituciones públicas y por el mundo empresarial, pero comienza en el hogar.

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Galería de arte Portón de San Pedro
Galería de arte Portón de San Pedro

Según el director de Galería Sur –de Punta del Este–, Martín Castillo, "la gente se compra autos u otros bienes de consumo y de repente no sabe cómo acercarse al mundo del arte". Para Castillos, falta mayor educación estética desde la escuela y el liceo, así como idas a museos y bienales. "Parte tanto de las instituciones como de los padres", consignó. Con él coincidió Diana Saravia, quien dirige la galería de arte que lleva su nombre: "Falta educación desde el vamos. Si a los niños no les inculcas desde cero para ver obras, ir a museos y visitar exposiciones, de grandes menos les va a interesar".

Por su parte, Marks opinó que el impulso y promoción del arte local debe partir del ámbito empresarial. Según el responsable de Galería Latina, los empresarios tienen el compromiso para con las nuevas generaciones en su sensibilización por medio de la cultura.

Loureiro de Portón de San Pedro dijo que "hay gente con mucho nivel adquisitivo que no tiene idea de lo que es un cuadro, y quizás gasta cinco veces más en un plasma que al otro día no tiene valor de reventa ninguno. Esto no es un simple objeto de decoración". Y es que detrás de una obra de arte, existe la posibilidad de una buena inversión a futuro.

Para Juan Castells, la relación con las galerías de arte es una "competencia muy sana y muy leal".
Saravia, sin embargo, opinó que los remates "acompañan a la palabra": "Es una matanza. Una obra que colgada en galería vale US$ 1.000 en un remate la ponen de US$ 500 a US$ 700".

El mercado del arte a nivel global logró en 2016 un equilibrio tras años de caídas, según consignó un informe de la consultora ArtPrice. Asia tiene la mayor cuota de mercado en subastas, con 40% del total y es dominado por China.

China recuperó en 2016 el liderazgo en el mercado global de arte con transacciones por US$ 4.700 mil millones, cifra que supone el 38% de las subastas mundiales, frente a los US$ 3.500 mil millones de EEUU, el 28%.

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