Los individuos encapuchados que en la noche del sábado secuestraron a una mujer en su casa del barrio Sayago y cuyo cadáver apareció horas después calcinado en un auto en el barrio Tres Ombúes se llevaron los registros de las cámaras de seguridad de la vivienda, como intento de no dejar rastros, dijeron a El Observador fuentes del caso.
Este lunes, los peritos forenses entregaron a la jueza Fanny Canessa el informe sobre la autopsia practicada a la víctima. La mujer, de 38 años y que había sido pareja de un jefe de la barrabrava de Peñarol asesinado el año pasado (Wellington Rodríguez Segade, apodado el Tato), fue asesinada de un disparo en el rostro y luego el cadáver fue incinerado en su vehículo. Al momento de ser secuestrada, en la casa de la mujer se encontraban sus dos hijos menores de edad y un sobrino.
Para terminar de confirmar la identidad de la víctima, la jueza Canessa ordenó que Policía Científica extraiga muestras de ADN de sus dientes. Hasta ahora, la investigación, en la que interviene la fiscal Mónica Ferrero, no tiene indagados.
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