Así era el pozo donde estaba secuestrada Milvana

La Policía abrió las puertas de la casa donde la ginecóloga estuvo cautiva durante casi un mes
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18 de junio de 2015 a las 18:11
El predio donde estuvo secuestrada la médica ginecóloga Milvana Salomone durante casi un mes tiene cuatro edificaciones. En la que da al frente, sobre la calle Watt, en el barrio Peñarol, funciona una tienda que pertenece a los familiares del jefe de la banda que secuestró a Salomone.

Al pasar un portón verde se encuentra la casa principal, donde vivía uno de los implicados que ahora se encuentra prófugo. Al costado, pero en el mismo terreno, -pasando el portón beige que se ve en la imagen- vivía otro de los implicados con su esposa, su hija de 18 años y otro hijo de edad escolar.

Al costado del terreno hay un pasillo muy angosto que lleva a una especie de galpón, dentro del cual los secuestradores hicieron un pozo revestido con bloques de cemento para retener a Milvana Salomone.

Cuando la Policía llegó al lugar, la misma tarde en que liberaron a Salomone, encontraron una tapa de cemento sobre el suelo del galpón, por lo que desde fuera no se evidenciaba que ahí podía existir un escondite. Se dieron cuenta al día siguiente cuando, durante la búsqueda, saltaron sobre la tapa y notaron que había un espacio hueco. Con un martillo hidráulico rompieron la tapa y encontraron el escondite tapado con bolsas de tierra.

El espacio en el que Salomone tuvo que pasar por un mes entero no era apto para personas que sufren de claustrofobia: las dimensiones del hueco no superaban los dos metros de largo por dos metros de ancho, y un metro ochenta de alto.

En el momento en que los medios de comunicación llegaron al lugar la Policía ya había retirado del foso la cama en la que dormía la doctora, hecha con tablones, así como el balde y la tapa de inodoro que utilizaba a modo de baño. Alrededor de la boca de la perforación había ejemplares de todo tipo de revistas y periódicos, entre los cuales había un ejemplar de El Gallito y otro de El Observador del lunes 15 de junio, con la portada de los disturbios que se dieron durante el clásico entre Peñarol y Nacional del día anterior. También había bolsas de papel higiénico.

Durante todo el mes en que Salomone estuvo cautiva los vecinos declararon no haber notado movimientos extraños.

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