Así fue el primer viaje de El Observador en Uber

El funcionamiento de Uber en Montevideo generó expectativa, pero el día finalmente llegó. A partir de las 15 horas de este jueves 19 de noviembre todos los usuarios registrados en la aplicación móvil quedaron habilitados para comenzar a utilizar esa polémica alternativa del transporte capitalino.

El Observador salió a probar el servicio que UberX brinda a los usuarios en el primer día de funcionamiento en la ciudad. Con cientos de unidades para el transporte de pasajeros en Montevideo hasta el momento, bastó con tocar el ícono gris del celular, habilitar los servicios de ubicación y "Pedir Uber". Al instante llegó un sms que decía: "En camino". La aplicación permite seguir en tiempo real el recorrido que hace el auto, identifica previamente el modelo del vehículo y quién lo conduce.

Cuatro minutos después de hacer el pedido desde la redacción del diario, un auto modelo Volkswagen Gol negro, no identificado desde el exterior como perteneciente a la compañía, apareció en la esquina de Cuareim y Guatemala. Su conductor bajó la ventanilla y se presentó como Leonardo, un trabajador de una AFAP que también experimentaba su primer viaje a través de Uber. "Tuve la posibilidad de viajar a Estados Unidos pero desconocía de su existencia, de haber sabido la hubiera usado", dijo.

En un viaje desestructurado, como si fuera entre personas conocidas, Leonardo ofreció la posibilidad de cargar el celular o poner la música que se quisiera el tiempo que durara el viaje, ya sea desde la radio o elegir la música a través de Youtube. "El trato simpático tendría que ser permanente. No porque sea Uber. Lo tiene que hacer un guarda, un taxista o cualquier persona que trabaje con público", dijo.

El conductor de Uber vio la oferta laboral a través de la red social Facebook y decidió inscribirse ya que contaba con todos los requisitos: un auto de 2013 y varias horas de ocio diarias por la mañana y la tarde que podía aprovechar para generar ingresos. "Yo no quiero ser taxista, pero me encanta manejar y lo voy a hacer en mi tiempo de ocio", dijo Leonardo, quien estuvo entre las primeras 300 personas en registrarse y fue a la capacitación de conductores, donde asegura que hicieron hincapié en que sea un viaje "cero estrés" para los usuarios.

Para él la aplicación en Montevideo todavía se encuentra en un momento experimental, una "etapa verde" tanto para los conductores, los usuarios y como para la ciudadanía en general. "Uber abrió un abanico de opciones para el transporte y las generaciones más jóvenes que están totalmente adaptadas a la tecnología la van a usar", aseguró. A su juicio precisa de una normativa de seguridad aunque considera que "si no está prohibido, está permitido". Para él sería importante que se revelen los antecedentes de accidentes de los conductores para que la persona conozca al auto en el que se sube.

Ayer a la mañana, pocos minutos después de las 10 horas, Leonardo y el resto de los conductores habilitados recibieron un mail y un mensaje a su celular. Era un aviso de que a partir de las 3 de la tarde podían empezar a conducir para Uber. "Tuvo un ingreso sorpresivo, yo pensé que iba a funcionar en diciembre recién, pero esto alimentó la expectativa de lo nuevo", confesó.

En todas las ciudades en las que se instaló Uber, en más de 65 países del mundo, la aplicación generó amor y odio entre los potenciales usuarios. En Montevideo comenzó a funcionar el mismo día que varios ciudadanos organizaron la campaña "Hoy no voy en taxi" y que se informó que los taxistas evalúan prescindir de la mampara en los vehículos. "El negocio de los taxistas y de Uber se complementan. Cuando existe competencia, son las reglas de juego que una parte corra el riesgo de pérdida laboral", agregó Leonardo.

Después de más de 45 minutos de viaje, la primera experiencia de El Observador con Uber llegó a su fin. "Bueno chicas, llegamos a destino", dijo. Más tarde Leonardo agradeció en un mensaje por la experiencia, pero minutos después apareció en el destino devuelta porque se percató que había quedado un celular en el asiento trasero.