A fines de octubre, un juez solicitó a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (
ASSE) que un hombre de unos 30 años ingresara a una de las colonias psiquiátricas por agredir a quienes caminaban por la avenida 18 de Julio. Deliraba, consumía drogas y había intentado suicidarse más de una vez. El director de Salud Mental de ASSE, Horacio Porciúncula, dijo a El Observador que se negó y que el juez permitió "buscar otras alternativas". El hombre se encuentra internado en el hospital Vilardebó mientras las autoridades buscan un hogar de medio camino –casas de no más de 20 personas con trastornos psiquiátricos que tienen como objetivo que puedan reinsertarse en la sociedad– para derivar al hombre.
En el marco del proyecto que reforma la ley de salud mental, ASSE evitará que los pacientes judiciales (que son internados por orden de un juez por haber cometido un delito impulsados por su condición psiquiátrica o por haberse descompensado mientras estaban presos) sean internados en las colonias Bernardo Etchepare y Santín Carlos Rossi para poder comenzar, de esa manera, a evitar la institucionalización de los usuarios. Es decir, evitar que una vez que ingresan, no salgan.
El espíritu de la nueva ley es el cierre de las colonias pero, según explicó Porciúncula, esto no implica "que se tiren abajo". "Lo que queremos es cambiar el modelo asilar. La ley apunta a cambiar el modelo que tiene que ver con que las personas permanecen internadas sin tener un trastorno psiquiátrico. Menos de 10% de los pacientes que llegan a las colonias tienen una patología grave", dijo.
Desde hace algunos meses, se realiza un plan terapéutico para cada paciente que ingresa a estos centros. "Nos marcamos objetivos (para cada paciente) de qué es lo que queremos lograr con ellos, cuál es su máximo nivel de posibilidad de independizarse", señaló Porciúncula.
El proyecto de ley para reformar la ley de salud mental, que es de la década de 1940, pretende potenciar los hogares de medio camino, para que los pacientes psiquiátricos puedan rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad. Actualmente hay cuatro casas de ese tipo, dos en Montevideo y dos en el interior y ASSE ampliará el número en los próximos cinco años.
El presupuesto para reformar los servicios de salud mental del Estado saldrán de ASSE, que tuvo un aumento del 8% con respecto al presupuesto anterior. Porciúncula sostuvo que cada hogar de medio camino implica un costo de $ 20 mil por paciente mensuales, sin incluir la medicación. La idea es que la lógica de las casas de medio camino se comience a instalar en las colonias, especialmente con aquellos pacientes que pueden valerse por sí mismos.
Nueva residencia
El 53% de los pacientes del Hospital Vilardebó son judiciales. Allí también se quiere evitar que quienes ingresan por orden judicial queden institucionalizados. Para eso se construyó un hogar fuera del hospital donde vivirán algunos de los pacientes que están internados en la sala 11. "Estamos trabajando con los jueces para determinar quiénes tienen la posibilidad de vivir afuera", dijo Porciúncula.
Cercas para evitar a los perros
En la última inspección que realizó la Comisión de Zoonosis a las colonias psiquiátricas, encontraron dos perras que tuvieron siete y nueve cachorros. Porciúncula sostuvo que se reunieron con una ONG para que pudieran retirarlos del terreno. A eso se le suma el rediseño del cerco que rodea a las colonias en un convenio que realizaron con las Fuerzas Armadas para generar barreras que impidan que los perros ingresen.