Avanza el sitio a Faluya a pesar de la fuerte resistencia del EI

La fuerte ofensiva que las fuerzas iraquíes han desplegado desde el pasado lunes sobre la ciudad de Faluya, controlada desde hace tiempo por el Estado Islámico (EI), ha encontrado una firme resistencia por parte de las tropas yihadistas, lo que ha dificultado aun más la situación de decenas de miles de civiles que se encuentran bloqueados y sin asistencia.

Las fuerzas gubernamentales, apoyadas por la aviación de la coalición internacional liderada por Estados Unidos y conducidas por la unidad de elite iraquí de antiterrorismo, entraron el lunes en Faluya, en el octavo día de su ofensiva para arrebatar al EI esta ciudad situada a 50 kilómetros al oeste de Bagdad.

Pero según los expertos, la batalla se anuncia larga y difícil, ya que el grupo yihadista está bien anclado en Faluya desde la conquista en enero de 2014 de la ciudad, uno de los dos principales feudos del Estado Islámico en Irak junto con Mosul.

Después de entrar en la ciudad a través de tres rutas, las fuerzas iraquíes realizaron su avance más significativo en el sur, donde llegaron a la periferia de Naimiyah. Según los reportes de los enfrentamientos, cerca de 100 combatientes yihadistas lanzaron un gran contraataque en la ciudad, que fue repelido por los iraquíes, en una escaramuza donde murieron cerca de 75 miembros del EI. A su vez, las fuerzas iraquíes continuaron avanzando después del contraataque "frenado con el apoyo aéreo de la coalición internacional y de la aviación iraquí".

La ofensiva contra Faluya, de gran importancia estratégica para el combate contra el EI, estaba siendo preparada desde hace varios meses por los iraquíes y consejeros norteamericanos. Según informó la agencia de noticias AFP, varios de los residentes de la ciudad pretendían que los aliados recuperaran la ciudad, dada las pésimas condiciones en las que viven bajo el régimen islámico. Desde el principio de la ofensiva para reconquistar Faluya, miles de civiles consiguieron huir de los sectores periféricos, aunque todavía cerca de 50 mil se encuentran aún en el centro de la ciudad.

Según el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland, "se está produciendo una catástrofe humanitaria en la ciudad, donde las familias están atrapadas entre los beligerantes sin posibilidad de salir de forma segura". En un comunicado, Egeland reiteró la necesidad de establecer pasillos de evacuación seguros para los civiles "antes de que sea demasiado tarde".

El EI se encuentra bajo una enorme presión militar. Las fuerzas kurdas iraquíes llevan a cabo desde hace unas semanas una ofensiva avanzando al este de la ciudad de Mosul, la capital de facto de los yihadistas en Irak. Del otro lado de la frontera, en Siria, las fuerzas árabokurdas sirias atacan al EI en el norte de la provincia de Raqa, donde avanzan lentamente después de haber reconquistado una decena de puntos estratégicos.

En respuesta a esta ofensiva, el EI lanzó un asalto contra los rebeldes en la provincia limítrofe de Alepo, una de las ciudades más golpeadas por la guerra, amenazando a decenas de miles de desplazados que se encuentran asediados por los combates.

Y en la ciudad siria de Idleb, controlada por los yihadistas de Al Qaeda y rebeldes, al menos 23 civiles murieron y decenas resultaron heridos el pasado lunes en los bombardeos aéreos de las fuerzas rusas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La guerra en Siria, en la que están implicados el régimen del presidente Bachar al Asad, los rebeldes, los yihadistas del EI y actores regionales e internacionales, ha dejado más de 280 mil muertos desde 2011 y millones de desplazados, provocando una enorme crisis humanitaria.