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Bancarios y bebida se enfrentan al gobierno por pautas salariales

El Poder Ejecutivo tiene diferencias por aplicación de correctivos e incremento de sueldos
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18 de octubre de 2015 a las 05:00

Las pautas dadas por el gobierno son muy rígidas". Esa es una respuesta que repiten los sindicalistas cuando se les consulta los motivos por los cuales la mayoría de los grupos que están negociando la renovación de su convenio colectivo no tienen avances después de más de dos meses.

Esa realidad no escapa a la banca privada, un sector de importante actividad que hasta ahora no pudo cerrar su acuerdo. El presidente del Consejo de Sector Financiero Privado de AEBU, Elbio Monegal, dijo a El Observador que si bien ya existe acuerdo entre el sindicato y los bancos, lo que "está trancando" es la negativa del Poder Ejecutivo para que el convenio incluya un correctivo anual por inflación.

Este grupo de negociación se reunió por última vez hace un mes y hasta ahora no hubo una nueva convocatoria. El dirigente explicó que si el gobierno "no flexibiliza" su postura, las condiciones del convenio pasarán a votación y en esa instancia el sindicato y los bancos podrían votar en conjunto dejando en minoría al gobierno.

“Avanzamos con las empresas, pero la pelea más dura es con el Ejecutivo”. Fernando Ferreira, dirigente de la FOEB

Cada mesa de negociación está integrada por dos delegados de los empresarios, dos delegados de los trabajadores y tres representantes del Poder Ejecutivo. Lo habitual cuando se llega a estas instancias es que una de las partes acompañe al gobierno, pero en este caso eso no sucedería porque el punto que genera diferencias está centrado en la pauta de negociación dada por el Ejecutivo.

"Estamos trancados porque con estos lineamientos es muy difícil acordar. Un correctivo a los 24 meses es un disparate que no vamos a llevar. (...) Y en esto los bancos no tienen problema", afirmó Monegal. Aquí una alternativa posible es que se acuerde un convenio menor a tres años y con correctivo anual. En las fórmulas propuestas por el Poder Ejecutivo se deja de lado la inflación como base de los ajustes y los correctivos por IPC se aplican –si son necesarios– al terminar el segundo año y otra vez al finalizar el tercero.

Hasta ahora, esos correctivos se aplicaban generalmente cada seis meses o un año, de forma que el trabajador no vea deteriorado su nivel de ingreso real por un período mayor cuando la inflación superaba el centro del rango meta (5%). Pero el comportamiento de los precios es un elemento que no ayuda, porque hasta ahora el gobierno no pudo trasmitir a los analistas y distintos agentes que será capaz de encauzar la inflación al rango meta de entre 3% y 7%.

La situación no es muy distinta en la industria de la bebida. El sindicato y las empresas avanzaron para la firma de un acuerdo, pero el Poder Ejecutivo objeta varios puntos. El dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Fernando Ferreira, dijo a El Observador que uno de ellos es que el convenio incluya partidas fijas compensatorias sin que estén atadas a una contraprestación.

“Creo que con acuerdos vamos a terminar, pero entre los bancos y nosotros, sin la presencia del Poder Ejecutivo”. Elbio Monegal, banca privada de AEBU

El otro punto radica en que el gobierno cuestiona que empresas y trabajadores se autoclasifiquen como un "sector dinámico" cuando la industria recibe un crédito fiscal. Para las autoridades, la fórmula salarial debe confeccionarse dentro de los parámetros establecidos para los sectores "en problemas", que implica un ajuste menor de salarios.

Para la nueva ronda el gobierno planteó que los sindicatos y empresas se autoclasifiquen como sectores "en problemas", "intermedios o "dinámicos" y definió ajustes nominales para cada uno de ellos.

Los "dinámicos" son los que están creciendo más de 4% anual. Estos deberán dar aumento nominal anual de 10% en el primer año del convenio, 9% en el segundo y 8% en el tercero. En los sectores "en dificultades", los incrementos propuestos son de 8%, 6,5% y 6%.

En este caso, Ferreira explicó que si no hay cambios el Poder Ejecutivo terminará decretando un salario mínimo para el sector que será aceptado, pero solo para las" empresas chicas".

Si el gobierno lauda, no habrá cláusula de paz, por lo que seguramente habrá una situación conflictiva de paros y movilizaciones, debido a que el sindicato buscará mejoras salariales en negociaciones directas con las grandes empresas. Aquí existe consenso entre las partes para que el convenio no se someta a votación "porque no queremos votaciones divididas", dijo Ferreira.

En la ronda anterior, tanto el sector de la bebida como el de construcción consiguieron convenios muy superiores a los que proponía el Poder Ejecutivo. Para esos casos, el gobierno ya aclaró que si se acuerdan incrementos por encima de las pautas, la diferencia no podrá ser trasladada a los precios, tarifas o contratos de obra pública.

Por ejemplo, si en determinado momento las partes acordaran un 11% y la pauta era de 9%, se podrá trasladar a precios y tarifas el 9%. Los otros dos puntos serán parte de lo que tendrán que pagar las empresas.

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