Las juezas penales Beatriz Larrieu y María Helena Mainard estarán, desde mediados del mes próximo, al frente de las sedes especializadas en crimen organizado en reemplazo de sus colegas Adriana de los Santos y Néstor Valetti, quienes cumplieron el período de tres años fijado por la Suprema Corte de Justicia (SCJ) para ocupar esos cargos.
Larrieu y Mainard serán la tercera generación de jueces especializados en crimen organizado desde la creación, en 2008, de esas sedes dedicadas a las investigaciones de los casos de narcotráfico, corrupción, lavado de activos y trata de personas. Los primeros en ocupar esos cargos fueron Jorge Díaz (actual fiscal de Corte) y Graciela Gatti (actual integrante del Tribunal de Apelaciones Penal de 1º Turno), quienes en 2012 fueron sustituidos por de los Santos y Valetti.
La SCJ oficializará las designaciones de Larrieu y Mainard la próxima semana, con la intención de que asuman en sus nuevos cargos en la segunda quincena de julio, tras la Feria Judicial Menor.
Una fuente de la SCJ dijo a El Observador que entre todas las posibilidades que se evaluaron las magistradas "tienen el mejor perfil" para estar al frente de las sedes especializadas en crimen organizado, donde se tramitan causas de gran complejidad, que muchas veces suelen tener consecuencias políticas e implican una importante exposición pública.
Las designaciones de Larrieu y Mainard rompen el criterio que la SCJ tuvo en las nominaciones anteriores de poner al frente de los juzgados especializados en crimen organizado a un hombre y a una mujer (Díaz y Gatti primero, y Valetti y de los Santos después).
Si bien no está definido, en principio de los Santos volvería a una sede penal ordinaria y Valetti sería trasladado a un juzgado no penal por expreso pedido suyo.
El cambio de los jueces especializados en crimen organizado se suma a la reciente rotación de los fiscales de esa materia, dado que en febrero María de los Ángeles Camiño sustituyó a Juan Gómez y en mayo Carlos Negro reemplazó a Gilberto Rodríguez.
La SCJ todavía no definió a qué sede irá cada una de las futuras magistradas, pero lo cierto es que en los dos juzgados hay expedientes de amplio interés público.
Por ejemplo, y entre otros, en el juzgado que ocupa de los Santos se tramita la causa por los hechos de corrupción en la Conmebol que derivó en el procesamiento de Eugenio Figueredo, mientras que a cargo de Valetti se encuentra el expediente iniciado tras una denuncia de la oposición por irregularidades en la gestión de ANCAP.
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