De regreso de Pittsburgh, "les debo comunicar los saludos de un hombre que se llama, que se llama... esperen, era alguien bronceado: ¡Barack Obama!", dijo Silvio Berlusconi a su público, ministros y simpatizantes del Popolo delle Libertà (el Pueblo de las Libertades), su partido.
"No lo creerán, pero son dos que fueron a la playa a tomar el sol, ¡porque incluso su mujer es bronceada", agregó ante los aplausos divertidos de su auditorio, antes de iniciar un discurso que describía a grandes rasgos la cumbre del G20 y las acciones de su gobierno, en especial en el extranjero.
Días después de la elección de Barack Obama, en noviembre, el Cavaliere, que cuida siempre estar bronceado, lo saludó como a un hombre "joven, bello e incluso bronceado", un "elogio" denunciado como chiste racista por una oposición indignada y que fue considerado como una metida de pata por muchos medios extranjeros.
Berlusconi se defendio calificando su comentario de "chiste afectuoso" y acusando a sus detractores de "imbéciles".
En marzo, el jefe de gobierno italiano se consideró "más pálido" que Barack Obama, a quien considera "más apuesto, más joven y más alto" que él.
(AFP)