Hoy se cumple un mes del
incendio ocurrido en un hogar de ancianos ubicado en Millán y Cisplatina. "Puedo adelantar que está descartada la intencionalidad y toda la pericia se orienta a lo que es un factor accidental. Está claro el punto de origen y la causa", aseguró esta mañana el Director Nacional de
Bomberos, Leandro Palomeque, en una conferencia de prensa. El informe final concluyó y el viernes se le presentará al juez de la causa.
Ocho personas murieron como consecuencia del incendio. En ese sentido, Palomeque indicó que la presencia de detectores de incendios en el hogar hubieran "potenciado las posibilidades de vida de las personas". "Hubiera sido una respuesta temprana y que alarmara a los ocupantes de la finca antes de que el fuego se viera generalizado", y hubiera permitido a los ocupantes autoevacuarse antes de ser sorprendidos por el fuego, indicó Palomeque.
Las hipótesis que se manejan sobre el incendio son, por un lado, que haya ocurrido debido a una falla eléctrica. Por otro, que el fuego se haya iniciado a consecuencia de un error humano como un descuido o una imprudencia, informó la vocera de la Dirección Nacional de Bomberos, Mariela Vivone.
Las ocho muertes se produjeron por quemaduras directas y en las vías respiratorias.
El
hogar de ancianos carecía de habilitación de Bomberos. El Director Nacional de Bomberos dijo que un trámite bien presentado puede demorar entre tres y cuatro meses pero en el caso del hogar quedó "colgado" porque la empresa declaró que el metraje construido era menor al real y, en esas condiciones, no iba a quedar habilitado nunca.
En este caso, el hogar sin fines de lucro –que ofrecía vivienda permanente y alimentación a 17 adultos mayores– solicitó en 2014 la habilitación a Bomberos pero fue "observada" y se paralizó en 2014. "Altera significativamente las medidas de protección que se tenían que instalar. Se pretendía declarar una menor área para tener un ahorro económico", dijo Palomeque.