Burocracia estatal frena al cannabis medicinal

El negocio de la marihuana medicinal sigue trancado en Uruguay. Si bien el Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció meses atrás que una sola empresa se presentó para producir el compuesto en el país, otras compañías que también estuvieron interesadas descartaron la opción por el retraso que presenta el proyecto. Charlotte's Web es una de ellas, una firma estadounidense que resulta familiar para los pacientes que consumen el aceite de cannabis, ya que sus productos son importados como suplementos alimenticios.

Uno de los directores de la empresa, Matt Storey, dijo a El Observador que el experimento uruguayo se mueve más lento de lo que ellos creían. Hace dos años, Charlotte's Web se presentó ante las autoridades uruguayas con una propuesta concreta: plantar marihuana en el país y exportarla a Estados Unidos, donde tienen sus laboratorios.

El proyecto empezó a funcionar y el laboratorio llegó a cosechar cannabis no psicoactivo en Uruguay. Sin embargo, el plan piloto no terminó como esperaban porque las complicaciones no demoraron en aparecer. Entonces los empresarios prefirieron irse del país y volver cuando el negocio estuviera más asentado.

Storey contó que la propuesta también incluía la posibilidad de producir el aceite en Uruguay. Si la plantación de cáñamo era exitosa, Charlotte's Web podía incluso contratar mano de obra uruguaya para preparar los líquidos que comercializan en distintos lugares del mundo.

La compañía se retiró porque el retraso fue muy grande y los cambios en la legislación que les habían prometido demoraban en aparecer. El empresario consideró que no es un problema exclusivo de Uruguay, sino que las autoridades en el mundo "no saben cómo tratar" el tema de la marihuana medicinal.

No obstante, el principal diferencial del gobierno con respecto a los demás fueron las promesas que aseguraban que Uruguay estaba dispuesto a recibir a las empresas productoras. "Todo está muy lento: las decisiones, los cambios en las leyes y las modificaciones que necesitamos para que sea más fácil operar", sostuvo Storey.

De todos modos, Charlotte's Web no tomó una decisión definitiva. El empresario afirmó que están dispuestos a retomar las conversaciones con las autoridades locales, pero primero quieren ver movimiento. Si el mercado se activa, la idea es crear un proyecto conjunto con uruguayos que representen el laboratorio en el país.

Mientras tanto, los pacientes a los que les recetan el cannabis medicinal tienen dos opciones: importarlo o comprarlo en el mercado negro. Para hacerlo en regla, un uruguayo debe pagar cerca de US$ 250 por un frasco de aceite que le dura un mes. Con un permiso del MSP, la persona se contacta con el laboratorio en el exterior y consigue el líquido.

Charlotte's Web es una de las empresas que comercializa el compuesto medicinal en base a cannabis en el país. Storey afirmó que "sería muy bueno que Uruguay activara la producción", porque de esa forma podrían incluso disminuir los precios. Los costos por importar el producto y los intermediarios encarecen un aceite que ayuda a pacientes con párkinson, fibromialgia, epilepsia refractaria, cáncer, entre otras enfermedades.

Al menos dos compañías extranjeras más tienen representantes locales que importan el producto. Hem Med produce en Estados Unidos y MedroPharm en Suiza. En todos los casos, el aceite se prepara en el exterior y pasa controles de calidad en los países de procedencia. En tanto, los productores locales que se mueven en el mercado negro hacen el líquido de forma artesanal, lo que puede traer complicaciones para los pacientes.

Como las empresas que importan el aceite esperan que el negocio en el país se destrabe, decidieron realizar estudios en un laboratorio uruguayo sobre los componentes del líquido. Si los análisis daban bien, iba a ser un punto a favor de los importadores y podrían ganar terreno en el mercado. Pero los resultados no fueron favorables y confirmaron la teoría del presidente Tabaré Vázquez de que "falta evidencia científica" para recetar la marihuana.

El informe no cayó bien entre las empresas que traen la sustancia. Fuentes de MedroPharm dijeron a El Observador que el laboratorio uruguayo tomó dos muestras de una misma botella y obtuvo resultados distintos. Por ese motivo, esperaban que les pidieran un tercer análisis para desempatar, pero eso nunca ocurrió.

Las dudas en torno a la calidad de un producto que se testea en Suiza determinaron que la empresa enviara el líquido del mismo lote que había analizado el laboratorio uruguayo a otro laboratorio en el sur de Chile (en Concepción), que confirmó que los componentes eran los que decía la etiqueta. La cantidad de cannabinol (CBD) y de tetrahidrocannabinol (THC) era estable y, según el nuevo chequeo, no había dudas de la calidad del producto.

Los informes del laboratorio uruguayo no demoraron en filtrarse entre los médicos que recetan cannabis medicinal. Una especialista que prefirió no ser identificada dijo a El Observador que enseguida pidieron los resultados porque querían verificar lo que les había llegado como un rumor.

Con el análisis en la mano, la profesional llamó a las empresas que se habían sometido al testeo y les pidió nuevas garantías sobre sus productos. "Lo hice por mis pacientes, porque hacen un gran esfuerzo para pagar el cannabis importado y quería estar segura de que lo que les recetaba era lo que yo creía", afirmó.

La médica comentó que se quedó "más tranquila" cuando conoció los resultados que MedroPharm obtuvo de los nuevos análisis realizados en Chile. Todavía faltan los resultados de otra empresa extranjera, que también revisará sus productos en un laboratorio ajeno a la firma.