Bonomi plantea sacar a los que cumplen 18 años de centros para menores
El ministro aseguró que ejercen "un liderazgo negativo"
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23 de julio de 2015 a las 05:00
La psicóloga Gabriela Fulco fue asesora de Eduardo Bonomi en asuntos carcelarios durante el anterior gobierno. En ese período, Bonomi logró terminar con el hacinamiento crítico, el principal problema del sistema. Esas credenciales le valieron a Fulco para ser designada presidenta del Sistema Penal de Responsabilidad Adolescente (Sirpa), la institución que busca rehabilitar a los que cometieron delitos cuando eran menores de edad. Es uno de los hierros calientes del sistema. Pasaron apenas unas pocas semanas desde que asumió Fulco para que dos peleas entre adolescentes llamaran la atención sobre los centros de privación de libertad.
La presidenta del Sirpa ha tomado un rumbo claro en sus primeros dos meses de gestión: criticó al anterior directorio, marcó la agenda de discusión, propuso cerrar la Colonia Berro y que los que cumplen 18 años sean trasladados a cárceles de mayores. Logró, en las últimas horas, el respaldo parcial de uno de los jerarcas con mayor peso político del gobierno: Bonomi.
De los 562 internos que hay en el Sirpa, 155 son mayores de edad (27%), informó Fulco a El Observador. Esto implica que uno de cada cuatro internos tiene 18 años o más. "Nosotros consideramos que el sistema tiene que estar acotado a los menores de edad", explicó la directora del Sirpa. Fulco considera que debe existir "un sector intermedio" en el que estén recluidos los mayores de 18 años que fueron procesados por delitos que cometieron cuando eran menores. Ese "sector intermedio" debe depender, según Fulco, del Instituto Nacional de Rehabilitación, del sistema que agrupa a las cárceles de mayores.
Bonomi respaldó ayer esa iniciativa. "Es evidente que (los mayores de edad) no deben estar con los menores", dijo el ministro en rueda de prensa. La propuesta inicial de Fulco surgió incluso desde el ministerio. "Nosotros desde el Ministerio del Interior habíamos evaluado -y la actual presidenta del Sirpa era asesora penitenciaria- que sería conveniente que quienes cumplen mayoría de edad no pueden estar con los menores en el Sirpa y para eso había dos posibilidades: o crear un lugar intermedio, y que cuando cumplen la mayoría se los pasa a un lugar intermedio, o la otra, que es la que está planteando (Fulco)", aseguró el ministro, en referencia a que se los derive a un sector que dependa del sistema carcelario para adultos. "Habrá que evaluarlo", agregó Bonomi.
Fulco dijo el lunes que los mayores "distorsionan" los centros. Bonomi apuntó al mismo problema. "La mayoría ejerce un liderazgo negativo que perjudica cualquier intento de rehabilitación", dijo ayer el ministro.
Aunque el Sirpa depende del INAU que, a su vez, depende del Ministerio de Desarrollo Social, fue Bonomi quien eligió a Fulco como presidenta del Sirpa, informaron fuentes del gobierno a El Observador. Es él quien marca el pulso de las reformas políticas en los sistemas penitenciarios para mayores y menores.
La directora del Sirpa planteó que existen "algunas propuestas de modificación del Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA) en ese sentido". Es que el CNA establece la "internación en establecimientos separados completamente de los establecimientos carcelarios destinados a adultos" (artículo 88). "En ningún caso el adolescente que al llegar a los 18 años permanece sujeto a medidas cumplirá lo que le resta en establecimientos destinados a los adultos", agrega el artículo 91.
La presidenta del Sirpa ha tomado un rumbo claro en sus primeros dos meses de gestión: criticó al anterior directorio, marcó la agenda de discusión, propuso cerrar la Colonia Berro y que los que cumplen 18 años sean trasladados a cárceles de mayores. Logró, en las últimas horas, el respaldo parcial de uno de los jerarcas con mayor peso político del gobierno: Bonomi.
De los 562 internos que hay en el Sirpa, 155 son mayores de edad (27%), informó Fulco a El Observador. Esto implica que uno de cada cuatro internos tiene 18 años o más. "Nosotros consideramos que el sistema tiene que estar acotado a los menores de edad", explicó la directora del Sirpa. Fulco considera que debe existir "un sector intermedio" en el que estén recluidos los mayores de 18 años que fueron procesados por delitos que cometieron cuando eran menores. Ese "sector intermedio" debe depender, según Fulco, del Instituto Nacional de Rehabilitación, del sistema que agrupa a las cárceles de mayores.
Bonomi respaldó ayer esa iniciativa. "Es evidente que (los mayores de edad) no deben estar con los menores", dijo el ministro en rueda de prensa. La propuesta inicial de Fulco surgió incluso desde el ministerio. "Nosotros desde el Ministerio del Interior habíamos evaluado -y la actual presidenta del Sirpa era asesora penitenciaria- que sería conveniente que quienes cumplen mayoría de edad no pueden estar con los menores en el Sirpa y para eso había dos posibilidades: o crear un lugar intermedio, y que cuando cumplen la mayoría se los pasa a un lugar intermedio, o la otra, que es la que está planteando (Fulco)", aseguró el ministro, en referencia a que se los derive a un sector que dependa del sistema carcelario para adultos. "Habrá que evaluarlo", agregó Bonomi.
Fulco dijo el lunes que los mayores "distorsionan" los centros. Bonomi apuntó al mismo problema. "La mayoría ejerce un liderazgo negativo que perjudica cualquier intento de rehabilitación", dijo ayer el ministro.
Aunque el Sirpa depende del INAU que, a su vez, depende del Ministerio de Desarrollo Social, fue Bonomi quien eligió a Fulco como presidenta del Sirpa, informaron fuentes del gobierno a El Observador. Es él quien marca el pulso de las reformas políticas en los sistemas penitenciarios para mayores y menores.
La directora del Sirpa planteó que existen "algunas propuestas de modificación del Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA) en ese sentido". Es que el CNA establece la "internación en establecimientos separados completamente de los establecimientos carcelarios destinados a adultos" (artículo 88). "En ningún caso el adolescente que al llegar a los 18 años permanece sujeto a medidas cumplirá lo que le resta en establecimientos destinados a los adultos", agrega el artículo 91.
Una idea cinco años después
Hace cinco años, cuando el Partido Colorado había lanzado la propuesta de bajar la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años, Bonomi salió al cruce y planteó la necesidad de sustituir el CNA. "Hay que dejarlo y lo que hay que hacer es un Código Penal Juvenil", aseguró el ministro el 3 de noviembre de 2010, como recuerda una nota publicada en el portal del Ministerio del Interior.
Una comisión de expertos designada por el gobierno, en la que además participaron representantes de la Suprema Corte de Justicia y de la Fiscalía de Corte, elaboró un proyecto de Código Penal Juvenil que duplicaba -de cinco a 10 años- las penas máximas de los menores de edad. Sin embargo, el proyecto no prosperó por resistencias generadas dentro de la bancada del Frente Amplio.
En aquel momento, Bonomi propuso además seguir el modelo israelí para "que exista un Instituto Nacional de Rehabilitación que se encargue de la administración y la logística de la privación de libertad, tanto de menores como de mayores, pero con una gerencia en el caso de los menores que se encargue de las condiciones y de la rehabilitación".
La idea volvió al ruedo esta semana en boca de Fulco, su principal asesora en materia carcelaria durante la anterior gestión. Ayer fue el ministro Bonomi quien tomó la posta para defender y proponer una vez más el cambio de sistema y ley.
Una comisión de expertos designada por el gobierno, en la que además participaron representantes de la Suprema Corte de Justicia y de la Fiscalía de Corte, elaboró un proyecto de Código Penal Juvenil que duplicaba -de cinco a 10 años- las penas máximas de los menores de edad. Sin embargo, el proyecto no prosperó por resistencias generadas dentro de la bancada del Frente Amplio.
En aquel momento, Bonomi propuso además seguir el modelo israelí para "que exista un Instituto Nacional de Rehabilitación que se encargue de la administración y la logística de la privación de libertad, tanto de menores como de mayores, pero con una gerencia en el caso de los menores que se encargue de las condiciones y de la rehabilitación".
La idea volvió al ruedo esta semana en boca de Fulco, su principal asesora en materia carcelaria durante la anterior gestión. Ayer fue el ministro Bonomi quien tomó la posta para defender y proponer una vez más el cambio de sistema y ley.
"Proceso refundacional"
La directora del Sirpa, Gabriela Fulco, criticó la gestión del anterior directorio, presidido por Ruben Villaverde. "Es un organismo en estado crítico, deshilachado, atomizado, que no responde a un eje de conducción programática común. La gestión no es homogénea y produce mucha inequidad en los jóvenes, dado que la suerte termina siendo un factor importante. Según donde caigan, así les va a ir", dijo a Brecha el 3 de julio. "Nos planteamos un proceso refundacional con otra óptica. Lo que ha primado a lo largo de los años son los criterios de seguridad, mientras los programas de rehabilitación quedaron enterrados de manera tal que entendemos que ésta no existe", expresó. "La anterior gestión gastó todos los fondos destinados a infraestructura. Además hay deudas", agregó.
