La intendenta de
Lavalleja,
Adriana Peña, decidió postergar el cobro de su salario durante los primeros meses de gobierno, como medida "ejemplarizante" para afrontar el déficit económico de la comuna. La Junta Departamental había aprobado que su sueldo fuera de
$186 mil por mes. Le pidió al gabinete que los jerarcas que pudieran tampoco cobraran y a esa propuesta se sumaron algunos directores municipales que postergarán el cobro o lo reducirán a la mitad del monto.
Según publicó
el diario La Unión de
Minas, esa fue la primera resolución de la intendenta, como medida inmediata ante la falta de caja. "Hasta que no empecemos a pagar a los acreedores es una medida imperiosa", dijo Peña a El Observador.
Previo a asumir la intendenta había asegurado a El Observador que el dinero con el contaba la comuna solo alcanzaba para cumplir con los pagos de cuentas y salarios de julio.
El presupuesto mensual de la comuna es de $90 millones, explicó Peña. Sin embargo, la intendencia cuenta actualmente con $37 millones en caja. Solo para el pago de salarios líquidos se necesita de $32 millones, a lo que debe sumarse los pagos de BPS, Banco de Seguro y la caja de jubilaciones.
Además, la intendencia mantiene una deuda con sus acreedores que asciende a los $60 millones.
"Todos los años en enero quedaban en caja unos $70 millones. Este año dejé $131 millones, casi el doble de lo que hay naturalmente, pero en los cinco meses (que renunció para la campaña) se gastó absolutamente todo", señaló Peña, situación que está siendo evaluada por la Junta Departamental.
Otras medidas
Ante esta situación y para poder cumplir con las obligaciones, la semana siguiente a su asunción la intendenta solicitó autorización a la Junta Departamental para obtener una línea de crédito de $ 120 millones. En conjunto con eso, se deben achicar los costos, afirmó Peña, ya que la comuna ya cobró el 70% de la patente y contribución del año, por lo que "queda muy poco para recaudar".
Otra de las medidas será ajustar los contratos que se realizaron durante el período que ella no estuvo al frente de la comuna. En ese periodo, mientras estuvo como intendente Alfredo Villalba se realizaron 500 contratos nuevos por seis meses o un año. "Se va a hacer reducción. Planteamos dejar unos 170 o 200 funcionarios que tienen trabajo zafral y el resto queda sin efecto en un mes", afirmó Peña.
Además la intendenta decidió suspender todas las obras de caminería que se estaban ejecutando a través de empresas privadas, las cuales se continuarán con personal de la intendencia. "Tenemos la mano de obra y la maquinaria pero lo hacemos más acompasado en el tiempo", señaló Peña, lo que permitirá un ahorro de varios millones de pesos.