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Caída trimestral del PIB sorprende a expertos; para gobierno es pasajera
La economía se contrajo 0,1% y marcó su primer retroceso desde 2003
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16 de septiembre de 2015 a las 05:00
La actividad económica del país se contrajo 0,1% en el segundo trimestre, dejando atrás el impulso de los primeros tres meses del año (4,5%). De esa forma, la economía uruguaya registró su primer declive trimestral desde el año 2003. El consumo, que venía siendo el motor de la expansión, tuvo su primer caída trimestral desde que hay datos comparables.
Sin embargo, las autoridades del equipo económico mantienen sus proyecciones y no prevén realizar ajustes. Así lo aseguró ayer a El Observador el director de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller. "El dato del PIB del segundo trimestre está muy influenciado por el efecto de la sequía, que tuvo un impacto acotado y transitorio. Es de esperar que en el tercer trimestre este efecto estadístico se revierta y por lo tanto, prevemos que el PIB vuelva a crecer en términos desestacionalizados en julio-setiembre", estimó. Explicó que las proyecciones elaboradas para el Presupuesto "ya incorporan un segundo trimestre bajo. No vamos a modificar la previsión de 2,5% de crecimiento para todo el año", afirmó Masoller.
En un línea similar, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, declaró ayer a la prensa luego de reunirse con la Asociación Rural en la Expo Prado, antes que se conociera el dato de PIB del segundo trimestre:
"Estamos esperando un crecimiento de entre 2% y 2,5% para este año, lo cual es un muy buen número. Uruguay sigue creciendo por fundamentos sólidos que tienen mucho que ver con el mantenimiento de los niveles de inversión pública, privada, nacional, del exterior que siguen muy firmes dando muestras de confianza en el país". Cuando le consultaron por la percepción del dato del tercer trimestre, Astori respondió: "Van a estar en sintonía con estas predicciones que acabo de hacer".
"Fue una sorpresa que el consumo privado cayera. Era algo que no se observa desde 2003", resaltó. Esa consultora ya estaba ajustando su estimación de crecimiento en el eje de 2% para este año y próximo al 1% para 2016. A su juicio, con las proyecciones que realizó Economía en el Presupuesto y los datos que muestran la actividad se producirá un "desalineamiento" entre los supuestos de ingresos y egresos. "La mejora fiscal que se preveía para los dos primeros años del gobierno no va a ocurrir salvo que existan un mensaje complementario (sobre el Presupuesto)", alertó.
Por su parte, para el director del Centro de Economía, Sociedad y Empresa del IEEM, Ignacio Munyo, la caída del PIB del segundo trimestre terminó por confirmar la "percepción" de distintos sectores de actividad que venían alertando sobre una estancamiento o merma en sus niveles de ventas. "Lo estamos previendo para el tercer trimestre pero ya se dio en el segundo, por lo que hay grandes posibilidades de ingresar en una recesión. El motor de Montes del Plata ya no alcanza para sostener la actividad", advirtió.
La revisión de los modelos del IEEM, luego del dato, prevén un techo de crecimiento de 1,6% y un piso de 0,6% para este año. "Es preocupante porque el dato viene acompañado de una presión inflacionaria y no se ve por dónde puede venir el repunte el próximo año", apuntó.
Para el socio de la consultora Deloitte, Pablo Rosselli, el dato trimestral confirma una "desaceleración marcada de la economía. En el mejor de los casos vamos a tener un crecimiento (en 2015) bastante menor que el 2,5% que preveíamos hace un trimestre atrás", señaló. Agregó que esto obedece a un contexto internacional "más negativo", el deterioro de las expectativas de los empresarios por esa coyuntura y desequilibrios marco como una inflación que bordea el 10%, un déficit fiscal de 3,5% del PIB, y salarios que crecen por encima de la productividad.
Para Capurro, la desaceleración de la economía se está procesando "más rápido de lo esperado. Seguir resistiendo el shock internacional se vuelve cada vez acuciante", consideró. Agregó que luego de que Argentina celebre las elecciones de octubre y procese un ajuste del tipo de cambio, Uruguay tendrá "desajustes de precios" con sus dos vecinos.
En tanto, a juicio de Munyo, en la discusión parlamentaria del Presupuesto deberían "descartarse" supuestos como alza de impuestos y modificar las proyecciones de gasto previstas para los próximos años. "Es difícil sostener un proyecto de (Presupuesto) audaz con esta realidad", consideró. "El Presupuesto fue elaborado por premisas muy optimistas para todos los años. No hay fundamentos para pensar que pueda crecer el salario real en los próximos 12 meses sin afectar el nivel de empleo", añadió por su lado Rosselli.
Las exportaciones de bienes y servicios se alinearon con el comportamiento del resto de los componentes al registrar una baja de 1,4% tras el fuerte impulso del dato anterior de 6,6%. En relación a los servicios, el aumento en el turismo receptivo no logró compensar la caída de las ventas al exterior de otros servicios. Por su parte, las importaciones se redujeron 2,6%.En el desagregado por sector de actividad, el rubro de suministro de electricidad, gas y agua fue el que tuvo la mayor caída (-58,5%).
En el comunicado se establece que ese fuerte declive "fue resultado de una menor proporción de generación de energía hidráulica" dada la sequía del primer semestre, lo que tuvo un impacto negativo de 1,6% sobre el PIB. Le siguió un escalón por debajo el comercio (-4,2%) y la construcción (-4,1%).
Por su parte, el sector manufacturero aumentó 9,7% "por lo sucedido con las ramas exportadoras, principalmente por la producción de pasta de celulosa".
Luego de crecer a una tasa de 2,4% durante el primer trimestre del año, los uruguayos redujeron su gasto en consumo por primera vez desde el año 2003. Hasta el año pasado, el consumo venía creciendo a tasas por encima de la actividad económica, siendo uno de los principales motores de la expansión de la actividad.
El año pasado, mientras que la economía en su conjunto creció a una tasa de 3,5%, el consumo privado se expandió 4,2%.De hecho, los analistas privados atribuían una parte de las presiones inflacionarias al fuerte crecimiento que tuvo la demanda doméstica, en particular el consumo.
Inmediatamente que salió el dato del PIB los comentarios de los analistas económicos más activos en las redes sociales fueron unánime: un mal dato que no estaba en los planes. Para los privados, la economía mostró un claro freno y de alguna manera anticipó la merma de la actividad. Las perspectivas para el futuro lucen "desafiantes" y vuelven a poner sobre la mesa, según afirman, la necesidad de que el gobierno revise los supuestos que incluyó en el proyecto de Presupuesto quinquenal.
Sin embargo, las autoridades del equipo económico mantienen sus proyecciones y no prevén realizar ajustes. Así lo aseguró ayer a El Observador el director de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller. "El dato del PIB del segundo trimestre está muy influenciado por el efecto de la sequía, que tuvo un impacto acotado y transitorio. Es de esperar que en el tercer trimestre este efecto estadístico se revierta y por lo tanto, prevemos que el PIB vuelva a crecer en términos desestacionalizados en julio-setiembre", estimó. Explicó que las proyecciones elaboradas para el Presupuesto "ya incorporan un segundo trimestre bajo. No vamos a modificar la previsión de 2,5% de crecimiento para todo el año", afirmó Masoller.
En un línea similar, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, declaró ayer a la prensa luego de reunirse con la Asociación Rural en la Expo Prado, antes que se conociera el dato de PIB del segundo trimestre:
"Estamos esperando un crecimiento de entre 2% y 2,5% para este año, lo cual es un muy buen número. Uruguay sigue creciendo por fundamentos sólidos que tienen mucho que ver con el mantenimiento de los niveles de inversión pública, privada, nacional, del exterior que siguen muy firmes dando muestras de confianza en el país". Cuando le consultaron por la percepción del dato del tercer trimestre, Astori respondió: "Van a estar en sintonía con estas predicciones que acabo de hacer".
Una señal y realidad
Para el economista Alfonso Capurro de CPA Ferrere es evidente que el dato del segundo trimestre fue malo. Dijo que las "dos patas" que las autoridades del equipo económico destacan como puntuales para mantener la expansión de la economía (la inversión y la demanda interna) mostraron "signos de debilidad", con caídas en ambos casos."Fue una sorpresa que el consumo privado cayera. Era algo que no se observa desde 2003", resaltó. Esa consultora ya estaba ajustando su estimación de crecimiento en el eje de 2% para este año y próximo al 1% para 2016. A su juicio, con las proyecciones que realizó Economía en el Presupuesto y los datos que muestran la actividad se producirá un "desalineamiento" entre los supuestos de ingresos y egresos. "La mejora fiscal que se preveía para los dos primeros años del gobierno no va a ocurrir salvo que existan un mensaje complementario (sobre el Presupuesto)", alertó.
Por su parte, para el director del Centro de Economía, Sociedad y Empresa del IEEM, Ignacio Munyo, la caída del PIB del segundo trimestre terminó por confirmar la "percepción" de distintos sectores de actividad que venían alertando sobre una estancamiento o merma en sus niveles de ventas. "Lo estamos previendo para el tercer trimestre pero ya se dio en el segundo, por lo que hay grandes posibilidades de ingresar en una recesión. El motor de Montes del Plata ya no alcanza para sostener la actividad", advirtió.
La revisión de los modelos del IEEM, luego del dato, prevén un techo de crecimiento de 1,6% y un piso de 0,6% para este año. "Es preocupante porque el dato viene acompañado de una presión inflacionaria y no se ve por dónde puede venir el repunte el próximo año", apuntó.
Para el socio de la consultora Deloitte, Pablo Rosselli, el dato trimestral confirma una "desaceleración marcada de la economía. En el mejor de los casos vamos a tener un crecimiento (en 2015) bastante menor que el 2,5% que preveíamos hace un trimestre atrás", señaló. Agregó que esto obedece a un contexto internacional "más negativo", el deterioro de las expectativas de los empresarios por esa coyuntura y desequilibrios marco como una inflación que bordea el 10%, un déficit fiscal de 3,5% del PIB, y salarios que crecen por encima de la productividad.
Para Capurro, la desaceleración de la economía se está procesando "más rápido de lo esperado. Seguir resistiendo el shock internacional se vuelve cada vez acuciante", consideró. Agregó que luego de que Argentina celebre las elecciones de octubre y procese un ajuste del tipo de cambio, Uruguay tendrá "desajustes de precios" con sus dos vecinos.
En tanto, a juicio de Munyo, en la discusión parlamentaria del Presupuesto deberían "descartarse" supuestos como alza de impuestos y modificar las proyecciones de gasto previstas para los próximos años. "Es difícil sostener un proyecto de (Presupuesto) audaz con esta realidad", consideró. "El Presupuesto fue elaborado por premisas muy optimistas para todos los años. No hay fundamentos para pensar que pueda crecer el salario real en los próximos 12 meses sin afectar el nivel de empleo", añadió por su lado Rosselli.
El dato
En el período abril-junio , la economía del país se alejó del dinamismo de 4,5% del primer trimestre del año y tuvo una leve caída en su actividad de 0,1% en la medición interanual, siendo el primer descenso desde igual período de 2003, cuando se contrajo 2,8%, según los datos de Cuentas Nacionales divulgados ayer por el Banco Central (BCU). Aún así, en los 12 meses a junio el PIB aumentó 2,8% tras el dato previo de 3,8%.Las exportaciones de bienes y servicios se alinearon con el comportamiento del resto de los componentes al registrar una baja de 1,4% tras el fuerte impulso del dato anterior de 6,6%. En relación a los servicios, el aumento en el turismo receptivo no logró compensar la caída de las ventas al exterior de otros servicios. Por su parte, las importaciones se redujeron 2,6%.En el desagregado por sector de actividad, el rubro de suministro de electricidad, gas y agua fue el que tuvo la mayor caída (-58,5%).
En el comunicado se establece que ese fuerte declive "fue resultado de una menor proporción de generación de energía hidráulica" dada la sequía del primer semestre, lo que tuvo un impacto negativo de 1,6% sobre el PIB. Le siguió un escalón por debajo el comercio (-4,2%) y la construcción (-4,1%).
Por su parte, el sector manufacturero aumentó 9,7% "por lo sucedido con las ramas exportadoras, principalmente por la producción de pasta de celulosa".
El consumo dejó de ser el motor
Una de las novedades más preocupantes que mostró el último dato de evolución de la actividad económica fue la caída del consumo privado, que en el segundo trimestre del año se ubicó 1,1% por debajo de igual período de 2014.Luego de crecer a una tasa de 2,4% durante el primer trimestre del año, los uruguayos redujeron su gasto en consumo por primera vez desde el año 2003. Hasta el año pasado, el consumo venía creciendo a tasas por encima de la actividad económica, siendo uno de los principales motores de la expansión de la actividad.
El año pasado, mientras que la economía en su conjunto creció a una tasa de 3,5%, el consumo privado se expandió 4,2%.De hecho, los analistas privados atribuían una parte de las presiones inflacionarias al fuerte crecimiento que tuvo la demanda doméstica, en particular el consumo.
