Calorías en polvo

Un tercio de taza de agua o leche descremada, dos tercios de taza de jugo de naranja sin azúcar y, por supuesto, dos o tres cucharadas de polvo proteico de marca a elección. Todo eso junto en la batidora, con hielo, representa un desayuno, almuerzo, merienda o cena para una persona dentro del régimen de los batidos proteicos.

Cada vez más, las dietas de batidos energéticos a base de polvos artificiales que sustituyen el plato de comida tradicional son más populares entre las personas que buscan suplantar sus comidas por una solución líquida que sea fácil de hacer, que no engorde pero que aporte los nutrientes necesarios para vivir y, además de todo, sea económica.

A raíz de todas estas necesidades y del hecho de que la gente tiene menos tiempo para todo, es que empiezan a surgir un sinfín de marcas con propuestas novedosas y futurísticas respecto a cómo deberían alimentarse los seres humanos en el medio de esta coyuntura que combina la alimentación saludable con la falta de tiempo, conocimientos y recursos para cocinar.

Los primeros en adoptar esta alternativa fueron los deportistas, que ya habían popularizado las barritas de cereales energéticas y las bebidas isotónicas. Ahora el salto a la inclusión de los batidos nutricionales en la alimentación diaria es más generalizado y se da en todos los niveles.

Esta modalidad se suma a la moda de comer preparaciones que congreguen cuatro factores fundamentales: rapidez, buen sabor, practicidad y (más o menos) balance nutricional.

Si bien no son nocivos para la salud, la nutricionista uruguaya Lucía Pérez Castells considera que su consumo no es recomendado para todos los días ni para cualquier tipo de persona: "Me parece una alternativa válida para un momento puntual del día o de la semana en donde hay que solucionar alguna de las cuatro comidas de forma práctica. Pero no es saludable alimentarse únicamente a base de batidos", especificó Pérez Castells.

Varios nutricionistas afirman que los batidos funcionan como buenos suplementos, pero que incorporalos a una dieta como "plato principal" es un error de lo más frecuente. Sobre todo porque los batidos son hipocalóricos, es decir, que aportan un nivel insuficiente de calorías al cuerpo.

El diario New York Times publicó un extenso reportaje en el que relata la rutina de un emprendedor tecnológico de Silicon Valley, llamado Mr. Melocik que ha suprimido una tediosa rutina de platos caseros básicos y deliverys poco saludables por una ordenada y líquida alimentación a base de batidos.

"Simplemente he eliminado la comida de mi rutina diaria hasta que llegan los viernes en la noche que retomo los alimentos sólidos", explicó el tecnólogo estadounidense de 34 años. "Todo se resume a poder estar saludable, bien alimentado y trabajando constantemente" agregó.

Soylent es la compañía que abastece de polvos la licuadora de Mr. Melocik. Esta empresa comenzó en la ciudad de Los Ángeles como un proyecto pequeño y hoy en día tiene repartidas más de seis millones de dosis alimenticias, solo en Estados Unidos, y está valuada en más de US$ 24 millones.

Otro grandes diarios del mundo como El País y El Mundo ambos de España han sometido a sus periodistas a una dieta limitada a batidos. En ambos casos las "ratas de laboratorio" en este experimento concuerdan que, si bien no pasaron hambre durante los días de prueba, ningún batido del mundo puede suplantar un plato de comida.

Los factores de haber arribado a esta conclusión son varios. Los dos principales son la costumbre de comer comida sólida y la gran sensación de vacío y ansiedad que deja la falta de esta misma, y la otra es el factor cultural.

Vivimos en una sociedad (los occidentales, al menos) en la que la comida representa algo mayor que una necesidad biológica fundamental. Es un rito, una práctica cultural y sociológica. Los batidos representan una contradicción. Por un lado, están los grandes cocineros que cuidan cada uno de los detalles de un plato, desde las materias primas hasta su presentación e invitan a reunirse en torno a un mesa para celebrar un momento compartido. Y, por otro, están aquellos que prefieren como alimento un preparado rápido y sintético que no representa más que el trámite de licuar.

La realidad es que, según las previsiones que tiene la nutrición para el futuro, en donde la comida podría incluso ser generada por impresoras en 3D o elaborarse a partir de proteínas sintéticas en un laboratorio, los batidos nutricionales son un gran avance. Representan un complemento ideal para aquellos que necesiten de una dosis extra de nutrientes en su rutina, pero que no por este motivo deben dejar de consumir aquellos alimentos a los que están habituados. Igual, nada como consultar al médico para evitar innovar y terminar con problemas de salud.