El último día de
David Cameron como primer ministro británico llegó este miércoles, mucho antes de lo previsto, tras los inesperados vuelcos en la lucha por reemplazarlo en el poder, y todo ello a menos de tres semanas del histórico referéndum del 23 de junio sobre la salida del
Reino Unido de la Unión Europea.
Cameron presidió el martes su último consejo de ministros tras seis años al frente del gobierno británico, a la espera de pasarle el relevo a Theresa May, que estará encargada de llevar a cabo el
brexit.
Para Cameron, que batalló sin éxito por la permanencia en la UE, comienza una nueva vida. El dirigente conservador ganó dos elecciones legislativas (en 2010 y 2015), sobrevivió al referéndum de independencia de Escocia y obtuvo varios éxitos económicos y sociales, como la aprobación del matrimonio gay, pero probablemente la historia lo recuerde como el primer ministro del brexit.
El dirigente conservador quedará en los libros como el primer ministro británico que provocó la salida de su país de la Unión Europea, cuando en realidad quería mantenerlo en el bloque.
Cameron anunció en 2013, dos años antes de las elecciones legislativas, la arriesgada consulta sobre una cuestión que tradicionalmente desgarró a su partido. Ahora perdió su apuesta, su credibilidad y su cargo de primer ministro.
Asumiendo sus responsabilidades políticas, el dirigente conservador anunció su dimisión al día siguiente del referéndum del 23 de junio.
La renuncia fue efectiva este miércoles, cuando la presentó ante la reina Isabel para acto seguido pasarle el relevo a su ministra del Interior, May, única candidata entre los conservadores para sucederlo luego de una votación interna.
Pocas horas antes de despedirse, Cameron aconsejó a May que se mantenga "lo más cerca posible" de la Unión Europea, pese al brexit que deberá poner en marcha.
En su última sesión de preguntas ante el parlamento como primer ministro, Cameron la invitó a no dar la espalda a los 27 miembros del bloque."Debemos procurar permanecer lo más cerca posible de la Unión Europea", afirmó dirigiéndose a May, a la que calificó de "brillante negociadora".