Los dos bandos del referéndum europeo retomaron ayer domingo los actos de la campaña en el Reino Unido tras una pausa de tres días por el asesinato de la diputada Jo Cox, intensificando sus mensajes a favor y en contra de la
Unión Europea en una acalorada recta final.
Los políticos recurrieron a los dominicales nacionales para transmitir la relevancia de acudir a las urnas el próximo jueves, donde los votantes afrontan una decisión "existencial", según advirtió el primer ministro,
David Cameron, al Daily Telegraph.
Favorable a que este país no rompa relaciones con Bruselas, el primer ministro indicó que los británicos optarán por un escenario para el que no habrá "vuelta atrás", incidiendo en que la consulta será "irreversible".
Abogar por el "
brexit" -salida del bloque común- será "un gran error", según su argumento, que derivará en una "incertidumbre" que durará una década.
Cameron apuntó además que un voto por la permanencia representa todo por lo que luchó la diputada laborista proeuropea Jo Cox, asesinada a tiros el jueves en Birstall (al norte del país).
En contraste con esos argumentos, el titular de Justicia, Michael Gove -abanderado del "brexit"- dijo ayer en televisión que un voto por la salida supone "una afirmación de fe y esperanza" en el país.
Un sondeo divulgado ayer por la firma The Survation para The Mail On Sunday, realizado tras el asesinato de la política laborista, atribuye una ventaja de tres puntos a los partidarios de la continuidad, con el 45% del apoyo frente a 42%.