Durante el primer trimestre del año, el sector manufacturero utilizó el 60% de su capacidad instalada, dos puntos porcentuales menos que en igual período de 2015 y tocó su menor nivel de la serie histórica que realiza la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU). Este comportamiento coincidió con una caída de la actividad industrial, que en enero-marzo verificó una contracción de 3,4%.
En la comparación con igual trimestre del año anterior, en promedio, las empresas grandes redujeron la utilización de la capacidad instalada en dos puntos porcentuales (59%), mientras que el indicador cayó un punto porcentual en el caso de las empresas pequeñas y medianas (61%).
De acuerdo al informe que divulgó ayer la CIU, el principal impedimento que señalaron los empresarios para no aprovechar la capacidad potencial fue "aspectos vinculados a la
competitividad en el mercado externo". En segundo lugar se ubicó "aspectos vinculados a la competitividad en el mercado interno", seguido por "razones estacionales".
Asimismo, sobresalió el crecimiento de "suficiente cantidad de inventarios" como motivo para producir por debajo de la capacidad instalada, situándose en niveles similares a los registrados en el primer trimestre de 2009.
La merma que tuvo el uso de la capacidad instalada de las industrias uruguayas en el período enero-marzo estuvo alineada con la baja de tres puntos (80% a 77%) que mostró ese mismo indicador para las empresas brasileñas producto de la crisis política y económica que atraviesa uno de los principales destinos comerciales de Uruguay.
Por otra parte, tanto la "disponibilidad de personal no calificado" como la "disponibilidad de personal calificado" disminuyeron su importancia como motivo limitante de la producción a máxima capacidad, indicó la CIU.
En este sentido, el informe recuerda que la industria registró una fuerte reducción en el empleo, acumulando una merma del 7,1% en los tres primeros meses del año. Además, recuerda que el
desempleo está en aumento y las necesidades de personal que pueden surgir se habrían comenzado a cubrir con mayor facilidad que el pasado.
Los industriales son pesimistas respecto a una mejora a futuro. Las expectativas de los empresarios industriales respecto al desempeño de la economía en abril se mostraron a la baja en comparación a marzo y fueron las que más se deterioraron, aunque revirtieron la tendencia de caída las perspectivas sobre el desempeño del mercado interno. l