El contador Félix Abadi, socio del estudio Rueda, Abadi & Pereira y catedrático de
impuestos de la Universidad ORT, entiende que, aunque con matices, Uruguay "no tiene nada que envidiarle" a Panamá en cuanto a las sociedades
offshore. Es que ese tipo de estructuras creadas a nivel local sea usan en el exterior de forma similar a las originadas en el país cetroamericano.
"Podría decirse que Uruguay fue un poco más veloz en adecuarse a cierto estándares, como por ejemplo el registro de accionistas al portador", expresó Abadi. "La paradoja que se da es que los uruguayos somos vendedores de off shore para actividades en el exterior y compradores de sociedades de ese mismo tipo que se utilizan a nivel local", indicó.
En ese sentido, el contador afirmó que Uruguay "es un país muy activo como jurisdicción offshore para el extranjero". Históricamente, esas sociedades son usadas por personas o empresas de la región para desarrollar en países vecinos.
Abadi indicó que la situación de Uruguay fue más compleja hasta 2010, cuando se derogaron las Sociedades Financieras de Inversión (SAFI), una figura jurídica creada en Uruguay y podía utilizarse solamente en el exterior. "No había escándalo en el mundo donde no hubiera una SAFI uruguaya", recordó el contador.
Por su parte, el abogado tributarista Carlos Loaiza, dijo a El Observador: "No tenemos autoridad moral para decir nada (sobre las offshore, pero tampoco la tienen Estados Unidos o Inglaterra que tienen esas jurisdicciones o tienen jurisdicciones especiales". "El gran ganador de todas las presiones internacionales es Estados Unidos que ha recobrado mucho dinero que estaba en el exterior", dijo.
Al igual que Abadi, el abogado señaló los problemas que tuvo Uruguay a consecuencias de las SAFI, las que "fueron muy perseguidas en muchas jurisdicciones", indicó Loaiza.
En tanto, el abogado tributarista Leonardo Costa dijo que Uruguay "es un gran proveedor" de servicios offshore.
En cuanto al caso de Panamá, Costa indicó que los controles en ese país mejoraron mucho en los últimos
tiempos. "Hoy Panamá no es lo que era hace tres años. No es tan sencillo abrir una cuenta bancaria. El mundo donde se oculta riqueza y no se la declara, va a ser un mundo absolutamente marginal", dijo.