Certificaciones por enfermedad registran nuevo récord en junio

Esos datos se dan en un contexto de crecimiento exponencial en el número de subsidios por enfermedad que la representación empresarial en el directorio, encabezada por Elvira Domínguez, adjudica al cambio en el proceso de certificación médica.

Para tener una idea de la magnitud, hace cinco años el promedio de beneficiarios mensuales del seguro por enfermedad rondaba los 13.664 trabajadores. Ese dato incluso subestima los beneficios efectivamente pagados, teniendo en cuenta que considera el número de personas que se acogieron al régimen sin considerar si el pago se realizó a través de una o más certificaciones médicas, explicó Domínguez a El Observador.

Si se toman ejercicios completos, los montos destinados al pago de convalecencias se multiplicó por dos veces y media en el último lustro, al pasar de US$ 49,9 millones en 2008 a US$ 122 millones en 2012, de acuerdo al informe “Evolución del Subsidio por Enfermedad Período 2008-2012”, que será discutido hoy en el marco de la “I Jornada sobre Certificación Médica en el Uruguay” organizada por la representación empresarial del BPS.

Domínguez encuentra la explicación al fenómeno en el cambio del Sistema Nacional de Certificación Laboral, que delegó el acto médico que hasta esa fecha era cumplido por los Servicios Médicos del BPS a los prestadores de salud que integran el Sistema Nacional Integrado de Salud. De esta forma, la certificación se descentralizó del BPS y son los prestadores de salud los encargados de determinar si un trabajador está apto para cumplir sus funciones.

Entre 2010 y 2012 el crecimiento de las erogaciones del BPS únicamente por prestaciones de salud se incrementó 69%, mientras que el número de beneficiarios del subsidio pasó de 18.637 a 30.664 en el promedio mensual. Si se consideran los subsidios efectivamente pagados, en lugar de los beneficiarios, la cifra se eleva a 40.000 en diciembre de 2012, explicó Domínguez.

“Esta situación generaría un problema presupuestal en cualquier organización que no tuviese, como tenemos nosotros, dinero de Rentas Generales”, dijo Domínguez. En julio de 2012, el mes previo a que rigiera el cambio en el sistema de certificación, se habían tramitado 18.096 beneficios.

El aumento de las prestaciones pagadas estuvo acompañado también por una reducción de los montos promedio. Desde los $ 11.888 a valores constantes de 2012 se redujo a unos $ 6.567 en la media de 2012, de acuerdo al mismo informe.

Otro dato significativo manejado por Domínguez son los días de trabajo perdidos por certificaciones médicas, que pasaron de 6,7 millones en 2009 a 8,85 millones en 2011. Si se toma en cuenta la cifra de trabajadores cotizantes de la actividad privada –que son los que tienen derecho a subsidio– significa un salto estimado de unos 7,6 días de certificación por trabajador por año a 9 días.

Para acceder al beneficio se debe estar impedido de trabajar por razones de salud. El derecho se aplica a partir del cuarto día de enfermedad inclusive y desde el primer día en caso de internación. La prestación equivale al 70% del salario básico más la cuotaparte por aguinaldo, con un tope de $12.620. La duración media del subsidio por enfermedad ronda el mes, de acuerdo a otro estudio del organismo en base a datos de 2011.