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César Troncoso, en la barba de Carlos Marx

El actor encarnará al padre del socialismo en Marx in Soho durante la I Muestra de Teatro Iberoamericano en Sala Verdi
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08 de octubre de 2012 a las 18:13

No se define en absoluto como un fanático de Marx. Apenas “un simpatizante de centro izquierda”. Pero su escaso conocimiento de su doctrina no le significó un obstáculo para animarse a ponerse en la barba del pensador y representarlo en la I Muestra Iberoamericana de teatro, que se inició el pasado 3 y que se extenderá hasta el 29 de octubre en Montevideo.

El actor, cuyo papel en El baño del Papa, le abrió las puertas en el cine regional, será el protagonista de la obra Marx in Soho, que se presenta este miércoles y jueves a las 21 horas en Sala Verdi, bajo la dirección de Juan Tocci.

En el texto escrito por Howard Zinn, el pensador Carlos Marx tiene la oportunidad de regresar a la tierra solo por una hora, pero por un error burocrático aparece en el Soho de Nueva York en lugar del de Londres, donde había vivido con su familia. Allí, frente a un auditorio contemporáneo, se muestra ferviente como pocos lo conocieron, revelando sus vínculos familiares y su amistad con Federico Engels y sus discusiones con Bakunin.

La aproximación de Troncoso al personaje histórico fue más por intuición que por estudio. “Conocía generalidades como que no fueron lo mismo las teorías marxistas que la instrumentación práctica de ellas que hizo Stalin. Pero nunca fui ortodoxo ni practiqué la militancia política”, contó.

Según cuenta, en esta obra el personaje contrasta en forma continua el mundo de sus ideas y los hechos del presente. Sin embargo, aclara que no se trata de la puesta en escena de las teorías marxistas, sino de una particular mirada sobre su figura.

Por eso mismo, la forma de buscar al personaje no difirió demasiado de otros procesos de búsqueda que tuvo el actor en el pasado. “Me apoyé mucho en mi intuición, en mi subjetividad. También me apoyé en algunas fotografías históricas. Me lo imaginé como un personaje muy pasional e impulsivo, con ideas muy claras y con ganas de defenderlas a como de lugar. Me dejé la barba, porque me era imposible pensar en él sin ella, pero no tuve ninguna intención de serle fiel al Marx de las fotografías”, contó.

Con una carrera cinematográfica en ascenso en Brasil, donde están a punto de estrenar dos películas Faroeste caboclo, basada en una de las canciones más famosas de la mítica banda Legião Urbana y Hoje, de Tata Amaral, en donde asume el rol protagónico, a Troncoso le queda poco tiempo para hacer teatro en Uruguay.

Sin embargo, Marx in Soho, logró seducirlo por su carácter de unipersonal, que le permite administrar mejor los tiempos, y por su temática. “Comparto muchos conceptos que están implícitos en el texto. Si bien habla de Marx, creo que no es netamente marxista. A su vez, me atrajo la posibilidad de trabajar sobre un teatro más orientado a la palabra, que hace falta en la cartelera”, opinó.

De pantalla en pantalla
Troncoso también acaba de protagonizar junto a Natalia Oreiro Infancia Clandestina, la ópera prima de Benjamín Avila, que fue elegida para representar a Argentina en los premios Oscar. Desde su punto de vista, el filme tiene varios condimentos para quedarse con la estatuilla pero al ser consultado prefirió mantener cautela.

“No se exactamente todo los resortes que se mueven para que una película gane un Oscar. Hay que tener mucho dinero para poderla mover entre los que toman la decisión. Hay toda una lógica que no pasa por lo artístico. Pero confío en el rol que está jugando su productor Luis Puenzo, y en sus propios condimentos”, afirmó.

Al actor también se lo verá los sábados por Televisión Nacional en Rec, una ficción televisiva en la que interpreta al padre de un adolescente que no puede evitar vivir con su cámara de video encendida.

Sin embargo, su principal fuente de sustento son sus proyectos cinematográficos que no paran de llegar desde el país norteño.

Gracias a ellos y desde el año pasado el actor “pudo darse el lujo” de abandonar su empleo en un estudio contable para dedicarse a pleno a la actuación

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