China recortará su producción de maíz durante los siguientes cinco años

Sobre mediados de noviembre la agencia Reuters informó que China prevé recortar en más de 20% el área dedicada al maíz en su territorio hasta el año 2020. Se pretende bajar el alto nivel de stocks sin comercializar y moderar el uso intensivo de agua y de los suelos tras una década de fuerte incremento en la producción doméstica del cereal.

Según las proyecciones en base a rendimientos promedio, en 2020 con una menor superficie la producción llegaría a 179 millones de toneladas, 24% menos que lo proyectado para el año comercial 2015/2016.

En los últimos años la política oficial de compra del maíz a los productores llevó a precios artificialmente altos del grano y a stocks que se convirtieron en una carga para el gobierno. Los altos valores por el maíz impulsaron un explosivo incremento de importaciones de sorgo, cebada y DDGS (subproducto de la molienda de maíz para la fabricación de etanol) que llegaron a niveles récord.

Beijing ya tomó medidas para moderar el ingreso de estos granos y subproductos a precios más competitivos. Además, redujo el precio al que compra el maíz a los agricultores y otorgó subsidios a las industrias que utilicen el cereal doméstico. Un foco de atención para los próximos años es ver el desempeño de las importaciones de sorgo y cebada en un contexto de menor superficie dedicada al maíz pero de acciones gubernamentales tendientes a licuar las altas existencias del cereal.

Hay que recordar que Uruguay logró en 2014 la habilitación para exportar cebada a China mientras tiene avanzadas las negociaciones para ingresar con sorgo a ese mercado.

Otro aspecto interesante a segur es el posible aumento de otros cultivos en el área que deje el maíz. El Ministerio de Agricultura ya dispuso en noviembre el ajuste en el área del cereal en algunas áreas del país. Indicó que en zonas del norte del país el cultivo de maíz deberá ser rotado con la producción de algodón o soja.

Asimismo, los agricultores de dichas regiones recibirán subsidios para que cultiven maíz forrajero. En tanto, productores de las zonas fronterizas con Rusia ya estarían siendo impulsados a cambiar de producción hacia la soja. La planificación quinquenal de China también permitiría que queden tierras (antes dedicadas al maíz) sin cultivar.

Los altos funcionarios chinos han pedido que se agilice la construcción de un mayor espacio de almacenamiento mientras han reforzado los controles de calidad del maíz comprado para los stocks estatales, lo que reduciría el volumen adquirido.

En su último reporte de oferta y demanda el USDA corrigió las estimaciones sobre consumo de maíz y, por ende, los stocks de maíz en China. La revisión se dio dos campañas agrícolas para atrás y comprende también las cifras esperadas para 2015/2016. Para el cierre del año comercial en curso, ajustó la previsión de stocks finales en China de 90,6 millones a 114,4 millones de toneladas, nada menos que el 54% de las existencias globales proyectadas.