La breve historia de relacionamiento entre el nuevo gobierno de
Brasil y la administración de Tabaré Vázquez ha estado plagada de desencuentros. Michel Temer asumió en mayo en forma provisoria cuando
Dilma Rousseff fue apartada de su cargo, y la semana pasada fue confirmado como presidente de Brasil hasta 2018.
El gobierno uruguayo confirmó esta mañana que Vázquez y Temer se reunirán en Nueva York este mes en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Aquí una cronología de algunos de los momentos críticos ocurridos en menos de cuatro meses:
1) Asunción y críticas
El 12 de mayo Temer asume provisoriamente tras la suspensión de Dilma Rousseff. Días después, mostró su postura crítica al funcionamiento del Mercosur y dijo que el bloque debería "revisarse", ya que dificultaba otros acuerdos comerciales de su país. Junto con Paraguay y
Argentina, el nuevo gobierno de Brasil presionó para que la cumbre del Mercosur, que estaba prevista para julio, fuera suspendida para evitar pasar la presidencia pro témpore del bloque a Venezuela. Uruguay aceptó suspender esa cumbre, pero el canciller Nin Novoa dejó claro que esa decisión
también respondía a la crisis política en Brasil.
2) Presión en casa
3) Acusación de "incertidumbre"
4) "Profundo descontento"
"No nos gustó mucho que el canciller (José) Serra viniera a Uruguay a decirnos —lo hizo público, por eso lo digo— que venían con la pretensión de que se suspendiera el traspaso y que, además, si se suspendía, nos iban a llevar en sus negociaciones con otros países, como queriendo comprar el voto de Uruguay", dijo Nin Novoa en el Parlamento los primeros días de agosto. La noticia divulgada por El País generó una dura reacción de Brasil. Temer, a modo de protesta,
convocó en consulta al embajador uruguayo Carlos Amorín y el gobierno manifestó su "profundo disgusto". Uruguay finalmente afirmó que
todo fue un malentendido.
5) Legal pero injusto
Rousseff fue destituida, Temer asumió hasta 2018 y el gobierno uruguayo emitió un comunicado en el que tomó partido sobre lo ocurrido: "Más allá de la legalidad invocada, el Gobierno uruguayo considera una profunda injusticia dicha destitución", sostuvo.