Que "no hay que juzgar a un libro por su portada", es un dicho que los diseñadores se han encargado de derribar a través de las décadas, al aportar diferentes formas de encapsular el sentimiento o ideas detrás de una obra literaria únicamente en sus tapas. Sin embargo, en el proceso de digitalizar algunos de los clásicos más populares de la literatura para su distribución gratuita a través de Internet –un emprendimiento llevado a cabo por el Proyecto Gutenberg– muchas de las grandes obras como Orgullo y prejuicio, Drácula o La isla del tesoro fueron subidas sin portadas o con imágenes correspondientes a ediciones muy antiguas.
Con eso fue lo que se encontró la diseñadora Jennifer Lee, cofundadora del estudio literario digital Plympton. De acuerdo a un artículo publicado en la revista Wired, hace dos años, mientras Lee se encontraba rediseñando el sitio DailyLit, que ofrece extractos de ficción a sus suscriptores de forma diaria, se encontró que muchas de las obras disponibles en el Proyecto Gutenberg no contaban con un diseño de tapa renovado. "Técnicamente, si estaban disponibles tenían tapas feas y en baja calidad", mencionó la diseñadora a la revista estadounidense.
A través de la startup Creative Action Network, enfocado en el arte financiado colectivamente para apoyar a artistas y causas sociales, Lee decidió abrir un llamado para proponer nuevos diseños de tapas para los grandes clásicos de la literatura disponible en Projecto Gutenberg.
La campaña Recovering the classics ("Recubriendo a los clásicos", en inglés) fue lanzada en 2013 y fue un éxito. Con la propuesta de rediseñar las portadas de 100 obras literarias, el llamado recibió propuestas de cerca de 750 artistas, que se animaron a proponer tapas ingeniosas para las obras de Julio Verne, Miguel de Cervantes y Edgar Allan Poe, entre otros.
El resultado fue tan provechoso, que a principios de este año la Casa Blanca, la Biblioteca Pública Digital de Estados Unidos y la Biblioteca Pública de Nueva York le encomendaron a Plympton la publicación de las obras rediseñadas como e-books, dado que la empresa también se dedicó a rediseñar el texto de más de 100 libros archivados por el Proyecto Gutenberg en un formato más amigable.
"Lamentablemente, muchos de los grandes clásicos de dominio público se quedan con cubiertas generadas de manera automática, que no logran captar lo que hace que estos libros sean emocionantes e inspiradores para nosotros", indica Lee en el sitio web de Recovering the classics. Actualmente el proyecto sigue recibiendo propuestas de artistas de todo el mundo, ya sean ilustradores, tipógrafos o diseñadores.
Por su parte, el fundador de Creative Action Network, Max Slavkin –quien trabajaron en la campaña Design for Obama e impulsó los afiches del entonces candidato con la palabra hope ("esperanza")–, explicó a la revista el poder de atracción y cambio que pueden tener estas nuevas cubiertas. "Algo claro que hemos visto a lo largo de la historia, es cómo la opinión pública se forma a través de la cultura pop y las artes, que juegan un papel destacado en eso", dijo. "Antes de que la gente haga una donación o una petición, necesitan implicarse emocionalmente en algo, y la narración de historias es una de las mejores forma de hacerlo". l
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