Colegio Inglés

Los alumnos de quinto año de primaria trabajan con una secuencia de imágenes de un perro que persigue a un gato tratando de llevarlo a una trampa, pero esta falla y termina por lastimar al propio agresor. No se trata de una clase de dibujo, sino de PEI, o lo que se conoce en el Colegio Inglés como Programa de Enriquecimiento instrumental, que tiene como fin el desarrollo cognitivo de los alumnos.

A través de las preguntas de la docente, los estudiantes consiguen ir realizando asociaciones y metacogniciones acerca de su propio pensamiento, hasta llegar a relaciones que exceden el ejemplo.

“El sujeto, por decir el perro, no midió las consecuencias”, reflexiona uno de los varios niños que no paran de levantar la mano, en el ida y vuelta constante de preguntas y respuestas entre la docente y los estudiantes.

Con las investigaciones de la neuropsicología y del psicólogo Reuven Feurstein como base, el Colegio Inglés es una institución educativa bilingüe que realiza diversos programas con el objetivo de desarrollar un “alumno holístico”. La institución tiene desde nivel inicial hasta bachillerato incluido y cuenta con 22 años en Montevideo.

El colegio desarrolla, además, un programa denominado Talento en el Aula (TEA), por el cual los alumnos fortalecen el trabajo en grupo pero van trazando e intensificando sus potencialidades a través de la identificación de sus fortalezas. Esto decanta, finalmente, en que cada estudiante pueda profundizar y perfeccionarse dentro del colegio en aquella área donde sea más idóneo, algo que puede incluir desde asignaturas curriculares,como la matemática o la historia, a otras como la fotografía, la música o el teatro, por ejemplo.

“Todo el mundo tiene por lo menos un talento, lo que pasa es que siempre hablamos de los académicos, pero un talento puede implicar saber tomar decisiones, planificar o predecir una situación. Los programas en general homogenizan, pero todos aprendemos de forma diferente”, señala Edith Consolandich, directora de la institución, que cuenta en la actualidad con 1.300 alumnos.

A esto se le suma un trabajo integrado de los profesores, que se traduce en unidades temáticas, a través de las cuales se tocan contenidos que se interconectan en castellano e inglés, pero sin repetirlos. Otro clase novedosa que el colegio volverá a implementar es la de filosofía para niños, la cual también persigue el desarrollo cognitivo de los educandos.

“Obtenemos muchos resultados, sobre todo en el área de lenguaje. Son alumnos muy curiosos, inquisidores e inquietos”, indica Consolandich.