El diseño que
ANTEL definió ya está aprobado por el
Up Time Institute, el instituto de referencia en la materia. En materia de energía, el nuevo Data Center de ANTEL se alimenta de dos estaciones de
UTE independientes que fueron especialmente construidas para este proyecto. Pero el sistema incluye varias etapas de redundancia para evitar lo que no nunca puede pasar: que se produzcan cortes de energía que afecten el acceso a los datos de las empresas.
Esto puede ir desde datos privados a un video o un simple sitio web. Por eso además de las estaciones de UTE hay tres generadores de 2 megawatts que se activan cuando se produce un corte, y que funcionan cada uno con 65 mil litros de combustible, lo que les da una autonomía de una semana de energía sin recarga.
Lo impensable sucede, como quedó demostrado en Chile luego del último terremoto, donde algunos data centers funcionaron meses con sus generadores secundarios. En medio de ambos sistemas, estaciones de UTE y generadores, están las UPS, algo así como baterías que se ponen en funcionamiento si, por ejemplo se cortara la energía en ambas ramas de UTE. Si esto sucediera los generadores (cada uno tiene 2 mil caballos de fuerza) tardarían un minuto en prender, pero las UPS evitan incluso esos 60 segundos de apagón que no permite acceder a millones de datos.
Para prevenir posibles incendios, el edificio cuenta con puertas corta fuegos, además de un complejo sistema que, en caso de que se detecte humo en el aire (que es monitoreado permanentemente) activa algo así como unos "bomberitos" gigantes que apagan automáticamente el foco ígneo con un gas especial (IG55, compuesto por carbono y nitrógeno) que desplaza el oxígeno de la sala; a diferencia del agua, este gas no afecta a los servidores instalados en las cuatro salas de 500 m2 cada una que integran el Data Center.