La calle Isla de Flores, que atraviesa Barrio Sur y Palermo, ya se encuentra repleta de sillas, vallas y personas en movimientos. A partir de la hora 21 dará comienzo un nuevo desfile de Llamadas, y ambos barrios se preparan para una
en la que muchos trabajan y participan para que se viva.
Previas Llamadas 2016
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L. CARREÑO
Espectadores
Carlos y Magdalena hablan con los diferentes dueños de las terrazas que enmarcan la calle Isla de Flores en busca de la mejor opción para instalarse y ver el desfile desde allí. También consultan con aquellos vecinos que alquilan sillas; la oferta es variada. "Vamos a venir varios y la terraza cuesta $ 1.000 por persona con choripan incluido, mientras que las sillas nos cuesta $15.00 para todos", explicó Carlos a El Observador.
Hace años que la pareja asiste al desfile con familiares y amigos, y les parece que es una fiesta "como no hay en ningún otro lado". "El poder del
candombe no lo tiene ningún otro
carnaval del mundo, ni siquiera el de Brasil", acota Magdalena. Para la pareja, "la integración de las clases sociales" dentro de toda la celebración es otro de los valores fundamentales, y por eso la defienden.
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L. CARREÑO
Comerciantes
El desfile es también una oportunidad de trabajo para algunas personas: vendedores de comida, juguetes y souvenirs abundan ya desde temprano. Dos amigos han montado sobre una esquina un puesto de máscaras, antifaces y luces; es su primer año en las Llamadas y esperan hacer entre $ 4.000 y 5.000.
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L. CARREÑO
En la esquina de enfrente hay un carrito de chorizos. Su dueño hace 18 años que trabaja en el desfile y esta noche espera vender cerca de 200 embutidos al pan. De todas formas, lo que más le preocupa es la seguridad. "El ambiente es cada año más complicado, hace un rato nada más ya vimos un robo en la vereda de enfrente, la manotearon un bolso a un señor mayor", relató indignado.
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Turistas
Teby es una joven turista suiza que pasará su única noche en Montevideo presenciando el desfile de Llamadas. "Estoy de paso y me recomendaron venir para acá, me divierten los disfraces y la gente distinta que pueda llegar a haber", dijo con una sonrisa. Está desde temprano ubicada en Isla de Flores y a la espera de que comience el espectáculo.
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Vecinos
Lilián vive hace 75 años en una casa antigua sobre Isla de Flores. "Es una fiesta muy linda, pero en los últimos años se ha desvirtuado el ambiente, hay años incluso en que da miedo", dijo a El Observador. Lilián confiesa que cada edición del desfile la situación es más crítica. "Me siento como encerrada", contó. Su mayor preocupación es que una de las noches del desfile comience a sentirse mal y que los médicos no encuentren manera de entrar a su casa para asistirla.
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L. CARREÑO
Comparsas
La comparsa La Facala se apronta en un club ubicado en la intersección Durazno y Río Negro. Están allí desde el mediodía. El ambiente que se vive dentro del lugar es de pura fiesta. Las bailarinas repasan algunos pasos de baile, las maquilladoras pintan una cara detrás de la otra y las vestuaristas pegan piedras sobre corpiños saturados de brillantes.
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L. CARREÑO
"Es la primera vez que salgo y estoy muy nerviosa, no se qué va a pasar", confesó a El Observador Valentina Suárez de 18 años. Mientras tanto su madre -que nunca fue muy adepta a la fiesta- la ayuda a dejar todas sus piezas de vestuario listas. La Facala será la segunda comparsa en salir en la primera noche de desfile el jueves y deberán estar prontos sobre las 20.30 horas.
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L. CARREÑO
El desfile comenzará sobre las 21 horas y se espera un asistencia masiva de participantes.