Economía y Empresas > EMPLEO

¿Cómo trabajaremos en el futuro?

Las nuevas modalidades de empleo influyen en la manera en la que busca trabajo, y en cómo lo valorará y recompensará su empresa
Tiempo de lectura: -'
17 de octubre de 2017 a las 08:42

Formarse, trabajar y jubilarse. Esta secuencia normal llega a su fin, y el gran cambio personal y laboral que todos experimentaremos no se refiere solo al hecho de que pasaremos periodos más o menos largos en alguna forma de autoempleo en el que intercalaremos formación. Además, la carrera promedio de cualquiera podría abarcar dos o tres ocupaciones y más de media docena de empleos. Sin olvidar que la generación Z vivirá más de 100 años y tendrá vidas laborales de más de 60 años.

Aparecen nuevos puestos bajo demanda; se hace más frecuente la posibilidad de trabajar sin ir al trabajo; viviremos una actividad profesional en la que dependeremos de varios jefes, o en la que trabajaremos sin mandos; podremos disponer de un portfolio múltiple de carreras; veremos una flexibilidad inédita que nada tiene que ver con el concepto tradicional de conciliación y sí con el de integración, adaptado a una exigencia de disponibilidad de 24 horas por parte de las empresas.

El trabajo por proyectos y las fórmulas de empleo independiente crearán una nueva clase de superprofesionales y superespecialistas en microtareas muy concretas; habrá que coordinarse con equipos que actúan desde muy diversos y lejanos lugares; la convivencia definitiva de varias generaciones en las empresas junto con la necesidad de trabajar más años revolucionará las organizaciones; y la colaboración entre humanos y máquinas intensificará este cambio en las relaciones laborales.

La nueva relación entre empleado y empleador confirmará que ya no existe el empleo para siempre, y que el trabajo ya no tiene nada que ver con un lugar al que acudimos cada día.

Cambiarán las empresas, su organización, sus jefes, la gestión y la propia actividad. Y con todo ello se transformará la manera en la que seremos valorados y recompensados. Los conceptos de carrera y promoción serán distintos, igual que los modelos de reclutamiento y las formas en que se busca empleo. Surgirán dilemas profesionales, conflictos éticos y legales que tendrán que ver con las nuevas fórmulas de trabajo. Y, por supuesto, surgirán nuevos puestos y perfiles profesionales.

Se acabó el trabajo para siempre. El empleo no tiene que ver con un lugar al que acudimos cada día.

La mentora de Human Age Institute, Silvia Leal, cree que "son los nuevos profesionales quienes tienen que inventar los modelos de trabajo que vienen". Para la experta, es seguro que el mercado laboral cambiará radicalmente, y cita algunos nuevos modelos de trabajo, de organizarnos la vida y de reciclarnos que ya funcionan. Uno es la posibilidad de dedicar una serie de horas fijas a una compañía y el resto convertirse en nuestra propia empresa. Leal considera que "pasamos de ser trabajadores a transformarnos en empresas, y para esto es necesario buscar una flexibilidad que permita a los más jóvenes estudiar y emprender".

Para la consultora de empresas Isabel Aguilera, "el mayor cambio para los países y la legislación se refiere a las transformaciones radicales en flexibilidad", y se refiere a ciertas tendencias como la posibilidad de trabajar para más de un empleador, en distintos proyectos, o a la realidad de empleos más cortos que se alternan, y a la posibilidad de colaborar en propuestas conjuntas para clientes comunes.

Aguilera añade a esto el aumento del emprendimiento, la aparición de talento mejorado y de nuevas formas de aprendizaje. Habrá más ideas y más creatividad y esto posibilita la creación de empresas y microempresas que trabajarán para otras organizaciones. También cree que la tecnología nos acerca tanto a la magia que incluso veremos "corporaciones sin empleados, puramente virtuales".

El experto en recursos humanos Pedro Casaño recuerda que "pasamos de un trabajo para toda la vida a una actividad profesional en la que las empresas valoran ante todo la capacidad para aprender. Surge el trabajo por proyectos, que implica un cambio de rol, jefes distintos y una jerarquía diferente. Y también se van desarrollando fórmulas en las que los profesionales son contratados y cedidos para proyectos específicos en una empresa; llega otro proyecto y son contratados de nuevo. Esto es habitual en seniors con experiencia que entran y salen de las organizaciones".

El trabajo por proyectos y las fórmulas de empleo independiente crean 'superespecialistas'.

Casaño añade que "se darán cada vez más formas colaborativas de trabajo. Los jefes y los compañeros probablemente no estén en el mismo sitio, y habrá herramientas adaptadas para el trabajo a distancia". Se refiere asimismo a la pujanza de lo que denomina smart working, que implica una ayuda para organizaciones cada vez más flexibles y líquidas. Casaño cree que "la tecnología facilita que ciertas tareas se puedan llevar a cabo a distancia" y considera que "el gran cambio está en la combinación de inteligencia artificial y big data, que entre otras cosas implica una transformación en los procesos de contratación: ayuda a eliminar los sesgos del entrevistador y a afinar en los perfiles necesarios, con la posibilidad de predecir cuándo un empleado puede abandonar una empresa, y también pronosticar el camino profesional de los más jóvenes para asegurar el éxito en su carrera profesional".

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...