Consejos contra la obesidad infantil

La obesidad infantil es un problema real y la lucha contra ella ha atraído mucha atención en la salud pública en todo el mundo, incluso con campañas lanzadas por la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama.

Uruguay, por su parte, es el país de la región en el que el promedio de niños obesos es más alto, según una encuesta realizada en mayo. Las escuelas uruguayas han desarrollado planes de alimentación saludable y se ha restringido el acceso a las bebidas azucaradas y a los snacks en las cantinas, pero la solución real está en casa.

Se trata de un tema delicado y para los médicos no es fácil darle a los padres la noticia de que su hijo es obeso, pero el problema va más allá de la apariencia física.

Un niño obeso tienen más probabilidades de convertirse en un adulto obeso. También aumenta el riesgo

de contraer enfermedades como la diabetes o de sufrir ataques cardíacos o cerebrovasculares, que pueden llevar a la muerte. Y también es importante notar que pueden sufrir acoso o estrés emocional en sus escuelas, lo que a veces conduce a graves problemas emocionales o psiquiátricos.

Estas son algunas sugerencias para generar buenos hábitos de alimentación que pueden cambiar la vida.

Una de las formas más fáciles de reducir el consumo de calorías de un niño es eliminar las que beben. Solo dos fluidos son necesarios para la vida: la leche y el agua. Una vez que los niños obtienen nutrientes adecuados de una dieta sólida, no hay necesidad de que tomen otra cosa que no sea agua. Ni jugo, ni Gatorade. Cada porción de estas bebidas contiene unas 100 calorías en una forma que evade los mecanismos del cuerpo para sentirse lleno. Estas calorías (a un ritmo de un vaso por día) pueden sumar 4,5 kilos en un año.

Si los niños comen comida chatarra, es porque sus padres se la dan. Si en casa no hay, no la van a comer. Además, limitar la disponibilidad de snacks poco saludables no sería malo para el resto de la familia.

No es necesario leer etiquetas al momento de comprar comida. La comida cultivada es más sana que algo que se hizo en una fábrica, se empaquetó y se le puso una fecha de vencimiento dentro de tres años. Y no porque algo sea orgánico o no tenga gluten va a ser bueno. Las Oreo son veganas, pero no son una decisión inteligente.

Apagar la televisión y que los niños salgan a jugar afuera es una buena idea. Y una aún mejor es salir con ellos. Ir a caminar, a andar en bicicleta o ir al parque son buenos ejercicios que tienen un comprobado impacto positivo sobre la salud.