Controvertida reforma laboral acrecienta críticas hacia Macron

Cuando asumió como nuevo presidente de Francia el domingo 14 de mayo, existían expectativas fundadas sobre la gestión que pudiera realizar Emmanuel Macron, un político de centro de apenas 39 años, el más joven en ocupar ese puesto en la historia del país.

Exministro de Hacienda del gobierno del socialista Francois Hollande, Macron se mostró desde un principio –sobre todo desde la campaña electoral– como un firme defensor de la unidad europea y su figura despertaba si no admiración al menos cierta cuota de esperanza en los franceses.

Es su momento –y el resultado electoral pareció demostrarlo– Macron se mostraba como la mejor alternativa frente a la ultraderechista Marine Le Pen.

Su pretensión de convertirse en un líder europeo llegó a encandilar a los franceses.

Recientemente, había señalado que Francia "debe permitir" que Europa se transforme en un líder del "mundo libre".

Pero poco a poco, algunas actitudes del presidente, como su decisión de impulsar una profunda reforma laboral que desde el comienzo fue muy criticada por organizaciones sociales y los principales sindicatos –a pesar de tener el aval de las gremiales empresariales– comenzaron a minar su popularidad, a poco más de tres meses de su asunción.

De hecho, uno de los gestos de Macron que más molestó a sus compatriotas fue la divulgación del gasto que realizó en maquillaje.

Esa gota comenzó a desbordar un vaso que había empezado a llenarse poco a poco con críticas que fueron subiendo de tono.

En su edición del pasado jueves 24, el semanario Le Point publicó que la maquilladora personal del presidente envió al Palacio del Elíseo dos facturas, una por € 10 mil y otra por € 16 mil, por el trabajo que realizó con Macron desde que asumió hasta ahora. Hollande gastaba al mes € 6.000 en maquillaje y € 10.000 en peluquería, señaló el semanario.

Las reacciones, sobre todo en las redes sociales, no tardaron en llegar.

Por ejemplo, Florian Philippot, número dos del partido de Le Pen, el Frente Nacional, reflejó en Twitter la contradicción de que mientras el país debe trabajar "duro", el presidente se "unta en la cara 23 SMIC" (salario mínimo).

Por ejemplo, en Facebook no faltaron quienes marcaron la "indecencia" de semejante gasto, en un momento en que la población debe "ajustarse" el cinturón.

Las críticas fueron de tal entidad que la presidencia había indicado este jueves que ese gasto sería disminuido "significativamente".

Reforma laboral

Mientras la popularidad del presidente comenzó a desplomarse y se ubicó en 40% –tras una caída de 14% en un mes– según un sondeo de la consultora Ifop, este jueves presentó su controvertida reforma laboral, con la que busca flexibilizar el mercado laboral.

Este es uno de los proyectos más ambiciosos de su administración, con la que espera recuperar el nivel de empleo (hoy el desempleo en Francia se ubica en el entorno de 10%).

La nueva normativa, para cuya gestación se requirió la opinión previa de sindicatos y gremiales empresariales, se aprobará a través de cinco ordenanzas para que el trámite parlamentario no sea tan engorroso y extenso.

Se estima que estas serán aprobadas antes que concluya el año.

En el Parlamento, en el que Macron dispone de una amplia mayoría, no habrá chance de que el contenido de la reforma sea modificado; los legisladores solo podrán dar su voto favorable o no.

La reforma habilita a las empresas a tener un mayor poder de negociación sobre las condiciones laborales y además limitará las indemnizaciones por despido improcedente para estimular la creación de nuevos puestos.

Las repercusiones sobre el proyecto fueron casi inmediatas, al punto tal que el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, convocó a trabajadores, jubilados y jóvenes a manifestar contra la reforma el próximo 12 de setiembre.

El número uno del sindicato CFDT, Laurent Berger, dijo, por su parte, estar "profundamente decepcionado" por algunos ítems de la reforma laboral.

El perro

Hasta la adopción de Nemo, un labrador negro cruzado con grifón, que se pasea libremente por el Palacio del Elíseo, también le valió fuertes críticas al presidente Emmanuel Macron.

26 mil euros

Es el gasto en maquillaje del presidente francés, Emmanuel Macron, desde que asumió hace poco más de tres meses.

Una primera dama sin estatus como tal

Brigitte Macron, la popular cónyuge del presidente francés Emmanuel Macron, representará al país y llevará a cabo obras de caridad, pero no gozará del estatuto oficial de primera dama, había señalado la presidencia hace algunas semanas.

Emmanuel Macron había propuesto durante la campaña presidencial crear en Francia un estatuto oficial de primera dama, pero renunció a esta idea ante una petición en contra que reunió más de 300 mil firmas en tres semanas.

La exprofesora de secundaria de 64 años, que estuvo omnipresente durante toda la campaña presidencial, tiene en los hechos un rol público, definido por una carta de transparencia que especificará sus misiones y recursos.

Contará con dos asesores presidenciales y una secretaria, todo esto financiado dentro del presupuesto de la presidencia.

"No se trata de un estatuto jurídico sino de un compromiso, que se aplicará solo a Brigitte Macron durante el mandato de Emmanuel Macron", había dicho el equipo de la esposa del presidente.

En Francia no está definido oficialmente el marco de acción de la cónyuge del jefe de Estado ni los recursos de los que dispone. Pero hace tiempo que cuentan con despacho, colaboradores y un servicio de protección dependientes del presupuesto del Elíseo.

En el contexto actual, Brigitte Macron tampoco estuvo exenta a las críticas que suelen tener como principal destinatario a su esposo.