Mundo > Exigencia
Corea del Norte y EEUU bajan revoluciones por crisis bélica
Cancilleres de China y Rusia toman partido y piden terminar con "aventuras" militares
Tiempo de lectura: -'
16 de agosto de 2017 a las 05:00
Mientras Corea del Norte y Estados Unidos parecieron poner en las últimas horas un freno horas a su escalada de amenazas verbales respecto de posibles ataques nucleares de un lado y del otro, China y Rusia realizaron una exhortación al cese de las "aventuras militares· en esa parte del mundo.
Los jefes de la diplomacia de las dos potencias coincidieron en señalar este martes el "carácter inaceptable" de las amenazas sobre el empleo de la fuerza, "provengan de donde provengan".
Serguéi Lavrov y su colega chino Wang Yi hablaron por teléfono y acordaron que la diplomacia es la única alternativa posible para encontrar una salida a la crisis generada entre Estados Unidos y Corea del Norte por las amenazas sobre el uso de su armamento nuclear.
Un comunicado difundido a través de la página web del Ministerio de Exteriores de Rusia indicó que los intentos por solucionar por medio de la "fuerza" los problemas en la península coreana "son inaceptables".
En esa línea de pensamiento, ambos países pidieron a la administración encabezada por Donald Trump y al régimen liderado por Kim Jong-un que generen las condiciones para avanzar hacia un "diálogo integral".
Pese a los esfuerzos diplomáticos en conjunto desplegados por China y Rusia, Pionyang criticó con dureza a ambos, además de a otros países, por haber apoyado las sanciones impulsadas por Estados Unidos y que aprobó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El telón de fondo de la intervención de Pekín y Moscú en un conflicto nuclear quizás inminente fue luego del aumento de la tensión entre Washingon y Pionyang.
La semana pasada, Corea del Norte había amenazado con bombardear el enclave estratégico de Guam, una isla ubicada sobre el océano Pacífico, en la que Estados Unidos tiene dos bases y 6 mil militares desplegados.
Antes, Trump había dicho que si Kim Jong-un no terminaba con su escalada de ensayos nucleares (realizó cinco con misiles intercontinentales en los últimos meses) desataría una andanada de "fuego e ira" como "nunca antes" sobre Corea del Norte.
Casi al mismo tiempo en que China y Rusia realizaron su exhortación, desde Washington y, sobre todo, de Pionyang surgieron inequívocas señales de que, al menos por el momento, podrían no producirse ataques.
De hecho, el líder norcoreano pareció desmarcarse del plan que sus asesores militares prepararon para atacar la isla de Guam –en la que viven unas 162 mil personas– pese a lo cual advirtió que resulta "necesario" que EEU escoja "la opción correcta".
Analistas dejaron entrever que esa posición de Kim Jong-un abrió un espacio para poner paños fríos a una creciente tensión.
Por ejemplo, John Delury, profesor de la universidad Yonsei en Seúl, consideró que Pionyang coloca el plan para atacar Guam "en el congelador".
No obstante, Kim Jong-un afirmó que para evitar un "peligroso" conflicto militar en la península de Corea, es preciso que Estados Unidos demuestre "mediante acciones" que está dispuesto a eso.
A su turno, el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, afirmó que su país está "interesado" en un diálogo con Corea del Nortte, aunque eso depende de su líder.
El acuerdo, alcanzado en julio de 2015 entre Teherán y las grandes potencias, contempla que Irán limite su programa nuclear a usos civiles a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones internacionales.
Pero la administración estadounidense del presidente Donald Trump, hostil a este pacto concluido por su antecesor Barack Obama, impuso sanciones jurídicas y financieras a Irán, por cuestiones no vinculadas a sus actividades nucleares.
"La experiencia fallida de sanciones y coerciones llevó a las administraciones precedentes a la mesa de negociación", aseguró Rohani en un discurso televisado ante el Parlamento que debía validar su nuevo gabinete.
Pero si Estados Unidos "quieren volver a esos métodos, ede tiempo –no semanas o meses, sino en días o en horas– nosotros volveremos a nuestra situación anterior de forma mucho más firme", agregó.
El presidente iraní, reelecto en mayo para un segundo y último mandato de cuatro años, afirmó asimismo que Trump demostró al mundo que "no es un buen socio".
"En los últimos meses, el mundo vio que Estados Unidos, además de romper constante y repetidamente sus compromisos en el pacto nuclear, ignoró otros acuerdos globales y demostrado a sus aliados que Estados Unidos no es ni un buen socio ni un negociador fiable", afirmó.
A mediados de julio, la administración estadounidense impuso nuevas sanciones jurídicas y financieras contra personas y entidades iraníes vinculadas al programa balístico.
Los jefes de la diplomacia de las dos potencias coincidieron en señalar este martes el "carácter inaceptable" de las amenazas sobre el empleo de la fuerza, "provengan de donde provengan".
Serguéi Lavrov y su colega chino Wang Yi hablaron por teléfono y acordaron que la diplomacia es la única alternativa posible para encontrar una salida a la crisis generada entre Estados Unidos y Corea del Norte por las amenazas sobre el uso de su armamento nuclear.
Un comunicado difundido a través de la página web del Ministerio de Exteriores de Rusia indicó que los intentos por solucionar por medio de la "fuerza" los problemas en la península coreana "son inaceptables".
En esa línea de pensamiento, ambos países pidieron a la administración encabezada por Donald Trump y al régimen liderado por Kim Jong-un que generen las condiciones para avanzar hacia un "diálogo integral".
Pese a los esfuerzos diplomáticos en conjunto desplegados por China y Rusia, Pionyang criticó con dureza a ambos, además de a otros países, por haber apoyado las sanciones impulsadas por Estados Unidos y que aprobó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El telón de fondo de la intervención de Pekín y Moscú en un conflicto nuclear quizás inminente fue luego del aumento de la tensión entre Washingon y Pionyang.
La semana pasada, Corea del Norte había amenazado con bombardear el enclave estratégico de Guam, una isla ubicada sobre el océano Pacífico, en la que Estados Unidos tiene dos bases y 6 mil militares desplegados.
Antes, Trump había dicho que si Kim Jong-un no terminaba con su escalada de ensayos nucleares (realizó cinco con misiles intercontinentales en los últimos meses) desataría una andanada de "fuego e ira" como "nunca antes" sobre Corea del Norte.
Casi al mismo tiempo en que China y Rusia realizaron su exhortación, desde Washington y, sobre todo, de Pionyang surgieron inequívocas señales de que, al menos por el momento, podrían no producirse ataques.
De hecho, el líder norcoreano pareció desmarcarse del plan que sus asesores militares prepararon para atacar la isla de Guam –en la que viven unas 162 mil personas– pese a lo cual advirtió que resulta "necesario" que EEU escoja "la opción correcta".
Analistas dejaron entrever que esa posición de Kim Jong-un abrió un espacio para poner paños fríos a una creciente tensión.
Por ejemplo, John Delury, profesor de la universidad Yonsei en Seúl, consideró que Pionyang coloca el plan para atacar Guam "en el congelador".
No obstante, Kim Jong-un afirmó que para evitar un "peligroso" conflicto militar en la península de Corea, es preciso que Estados Unidos demuestre "mediante acciones" que está dispuesto a eso.
A su turno, el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, afirmó que su país está "interesado" en un diálogo con Corea del Nortte, aunque eso depende de su líder.
Escalada
El presidente de EEUU, Donald Trump, había dicho la semana pasada que respondería a las amenazas norcoreanas con "fuego e ira".Guam
El líder de Pionyang no se quedó atrás y advirtió que lanzaría misiles contra la isla de Guam.Gesto
Ambos países esperan un gesto del otro para, eventualmente, comenzar una negociación.Irán amenaza con dejar acuerdo nuclear
Irán puede abandonar el acuerdo nuclear firmado con las grandes potencias "en horas" si Estados Unidos se mantiene en su política de "sanciones y coerciones", amenazó este martes el presidente iraní Hasan Rohani.El acuerdo, alcanzado en julio de 2015 entre Teherán y las grandes potencias, contempla que Irán limite su programa nuclear a usos civiles a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones internacionales.
Pero la administración estadounidense del presidente Donald Trump, hostil a este pacto concluido por su antecesor Barack Obama, impuso sanciones jurídicas y financieras a Irán, por cuestiones no vinculadas a sus actividades nucleares.
"La experiencia fallida de sanciones y coerciones llevó a las administraciones precedentes a la mesa de negociación", aseguró Rohani en un discurso televisado ante el Parlamento que debía validar su nuevo gabinete.
Pero si Estados Unidos "quieren volver a esos métodos, ede tiempo –no semanas o meses, sino en días o en horas– nosotros volveremos a nuestra situación anterior de forma mucho más firme", agregó.
El presidente iraní, reelecto en mayo para un segundo y último mandato de cuatro años, afirmó asimismo que Trump demostró al mundo que "no es un buen socio".
"En los últimos meses, el mundo vio que Estados Unidos, además de romper constante y repetidamente sus compromisos en el pacto nuclear, ignoró otros acuerdos globales y demostrado a sus aliados que Estados Unidos no es ni un buen socio ni un negociador fiable", afirmó.
A mediados de julio, la administración estadounidense impuso nuevas sanciones jurídicas y financieras contra personas y entidades iraníes vinculadas al programa balístico.
