La expresidenta argentina
Cristina Fernández de
Kirchner fue imputada por el delito de lavado de dinero por el fiscal Guillermo Marijuán, en el contexto de la investigación por "la ruta del dinero K", luego de que el financista Leonardo Fariña declarara durante 12 horas, y mencionara reuniones con ella y su esposo, Néstor Kirchner, quienes hasta ahora no habían sido implicados directamente.
Según publica Clarín, tanto la expresidenta como el exministro Julio De Vido y el financista Ernesto Clarens (socio de Lázaro Báez, empresario cercano a los Kirchner) fueron imputados por las maniobras de lavado de dinero y fuga de divisas realizadas por la financiera SGI, conocida como "la rosadita".
De todas formas la imputación por parte del fiscal no significa que Fernández haya sido acusada del delito, sino que será investigada formalmente, lo que puede conducir a una acusación.
Tanto
Báez como su contador, Daniel Pérez Gadín, se encuentran detenidos en Buenos Aires, por evasión fiscal y lavado de dinero.
Ambos fueron acusados por el fiscal Marijuán de lavar US$ 5 millones provenientes de la evasión fiscal de la constructora Austral Construcciones a través de SGI. Lázaro Báez círculo
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Báez además está acusado de ser el testaferro de la familia Kirchner y fue imputado por desviar fondos hacia cuentas en Suiza durante los 12 años de gobierno de Nestor y Cristina Kirchner, entre 2003 y 2015.
Fariña entregó anoche a la
justicia argentina documentos, datos sobre llamadas y reuniones que involucraron al matrimonio Kirchner y a funcionarios como De Vido. Durante su declaración habló con Marijuán y con el juez Sebastián Casanello, quien además ordenó el allanamiento de propiedades de Lázaro Báez.
Este será el segundo frente judicial activo para Fernández, quien el miércoles declarará ante la justicia por otra causa, que involucra operaciones económicas con el dólar futuro (concepto económico que significa establecer un valor a futuro para esta divisa para transacciones que se realizarán más adelante).