Todas las películas con astronautas comparten una escena similar: la del triunfo frente a una situación adversa, en donde una sala de control (generalmente ubicada en la Tierra) de una organización como la NASA se quiebre en un estallido de aplausos, gritos y festejos. Suele ser el momento más emotivo en la película que refleja una misión o un rescate exitoso a través de la alegría de un cuarto repleto de personas. Sin revelar si el próximo estreno espacial Misión rescate (centrada en una misión a Marte) tiene esa escena, sí se puede afirmar que en su historia con el planeta rojo, el cine ha logrado pocos aplausos en la audiencia una vez que aparecen los créditos finales.
Pese a su lejanía de la Tierra, Marte ha estado muy presente en la mente de autores y artistas terrícolas desde hace un siglo. Además de ser una locación fija para ambientar cientos de historias de ciencia ficción, no hay plataformas narrativas que hayan escapado de su encanto sideral.
Ray Bradbury llevó a la humanidad (y con ella, todos sus problemas) a Marte en sus Crónicas marcianas mientras que Orson Welles espantó a una población entera con su radioficción de La guerra de los mundos de H.G. Wells, en la que la Tierra es invadida por una flota alienígena procedente del cuarto planeta más cercano al sol. Pero no todo ha sido drama en la superficie rojiza. A fines de la década de 1940, Chuck Jones incorporó a Marvin, el marciano, a los Looney Tunes en la animación Haredevil Hare, en la que Buggs Bunny tiene un divertido encontronazo con el entrañable extraterrestre.
A diferencia de la literatura, el séptimo arte ha sido el menos agradecido a la hora de concebir una aventura entretenida e inteligente ubicada en el planeta. Un recorrido por las producciones que Hollywood ha dedicado a Marte es la evidencia de que, en general, abundan películas hilarantes debido a su mala ejecución.
Robinson Crusoe on Mars (1964), Santa Claus conquers the martians (1964), Lobster man from Mars (1989) son algunas de las obras cuyos títulos revelan que no siempre los guionistas estadounidenses se han estado inspirando de buenas ideas para gastar rollos de película. Pese a que hoy muchos de esos títulos de ciencia ficción de la década de 1960 en adelante son recordados con más cariño dada la calidad "casera" de sus orígenes visuales, la Luna sale más victoriosa en la pelea por mejores películas.
En la década de 2000, cuando los efectos especiales ya podían ser generados desde la comodidad de una computadora, Marte empezó a poblarse de monstruos y robots en conflicto con actores y directores considerados buenos, al menos en algún punto de su carrera. Tim Robbins, Don Cheadle y Val Kilmer son solo algunos de los rostros que han hechos fatídicos viajes al astro de la mano de directores de renombre como John Carpeter y Brian De Palma.
Por cada cinco películas malas de Marte parece haber una suficientemente decente para armar un listado de filmes "dignos" de recomendar vinculados a Marte. Por ejemplo, Paul Verhoeven (director de Robocop) logró algunos de los efectos especiales más venerados en los noventa con El vengador del futuro. Por su parte, Tim Burton siguió esa influencia al mezclar una comedia negra con un homenaje al cine B de ciencia ficción en ¡Marcianos al ataque!.
Esta semana Marte volvió a los titulares del mundo gracias al hallazgo de pruebas de agua líquida en el planeta por parte de la NASA. Y la semana entrante el cineasta Ridley Scott (Alien, Blade Runner) y Matt Damon serán los encargados de volver a poner al astro como el catalizador de una aventura deslumbrante. Su película Misión rescate está basada en un libro homónimo del autor Andy Weir protagonizado por el astronauta Mark Watney, quien queda varado en el planeta una vez que su tripulación lo da por muerto.
El filme, que tiene a la ciencia como su principal heroína, es una obra de altura en el género, así como un nuevo comienzo en la fatídica relación entre el cine y Marte, que ahora da vuelta la página para empezar un nuevo capítulo en su historia.
El vengador del futuro, de Paul Verhoeven (1990)
El director de Robocop y Arnold Schwarzenegger crearon este clásico de ciencia ficción de intriga y acción que hasta hoy es recordado por sus efectos especiales.
¡Marcianos al ataque!, de Tim Burton (1996)
No, no es una buena película. Pero está basada en un exitoso videojuego y tiene a Dwayne "The Rock" Johnson disparándole a monstruos del infierno que se escapan de un portal en Marte. Nada como un buen entretenimiento de acción pura.
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