Entre los 24 candidatos que integraron las ternas de cada categoría, ocho fueron los nombres que se hicieron de los laureles de este premio, entregado en el salón Azul de la Intendencia Municipal de Montevideo en el marco de la 33ª Feria Internacional del Libro.
En esta oportunidad, el Bartolomé Hidalgo de narrativa fue para el escritor Daniel Chavarría por Viudas de sangre, una obra poblada de estafas, sexo, perversión y muerte, en la que este narrador radicado en Cuba da cita, en plena mitad del siglo XX, a prostitutas y rufianes, llevando sus inapetencias y deseos por los rincones más disímiles del mundo, como la San Petersburgo de los zares hasta Irlanda, pasando por Nueva York para acabar finalmente en la Ciénaga de Zapata, cerca de La Habana.
En la categoría álbum infantil el premio fue para Susana Olaondo por su trabajo Por un color, mientras que en el género literatura infantil y juvenil fue para Los Andaluins y los talismanes sagrados de Gabriel Aznares.
En la categoría poesía, un jurado integrado por Roberto Appratto, Rafael Courtoisie y Gerardo Ciancio decidió que el título ganador fuera La sagrada familia de Jorge Arbeleche.
Por su parte, en ensayo histórico el premio fue para La mejor de las fieras humanas de Aldo Mazzuchelli, mientras que el Bartolomé Hidalgo para la categoría ensayo político y/o periodístico fue para Alfonso Lessa por su obra La primera orden, y el de investigación y difusión científica fue para En busca de las leyes del pensamiento de Eduardo Mizraji.
Finalmente, el premio revelación 2010 recayó en manos de Serrano Abella por Martín Aquino. El matrero.
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