Diana Spencer, Diana Windsor, Diana de Gales, Lady Di. Todos nombres que refieren a una joven que se convirtió en leyenda viva luego de enfrentar a la realeza británica para divorciarse de su por entonces esposo el príncipe Carlos en el primer divorcio en el marco de una familia real.
En contraste con la reserva y el perfil bajo de los Windsor por ese entonces, Diana era conocida como la princesa de la gente por su cercanía con las personas de a pie y por la serie de acciones benéficas y altruistas que tuvo en todo el mundo. Tras su trágica muerte en un enigmático accidente de tránsito en París en 1997 con solo 36 años, Lady D se transformó en un ícono y una figura de culto para sus millones de seguidores alrededor del mundo.
Su historia dio lugar a decenas de películas -buenas y de las otras y algunas más fieles a la realidad que otras-. A 19 años de su muerte, repasamos algunas de las películas más recordadas que se hicieron sobre su vida.
Esta película retrata la reacción de la reina Isabel II (Helen Mirren) que permanece tras los muros del castillo de Balmoral con su familia, incapaz de comprender la respuesta del pueblo ante la muerte de una de las mujeres más famosas del Reino Unido y del mundo.
Dirigida por Stephen Frears, fue nominada a 6 Oscar en 2006 y 4 Globos de Oro en 2007 y ganó tanto el Oscar como el Globo a mejor actriz por la notable actuación de Helen Mirren, además del Globo por el mejor guión, escrito por Peter Morgan.
La originalidad de los nombres no es lo que ha caracterizado a las películas sobre la princesa Diana de Mónaco. Este película biográfica con originales imágenes de archivo cuenta con el testimonio, entre otros, de la ahora candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton.
Otro documental, en este caso basado en la polémica muerte de la princesa Diana y quien fuere en ese momento su novio, Dodi Al-Fayed el 31 de agosto de 1997. Dirigido por Keith Allen, este documental se estrenó en el Festival de Cine de Cannes de 2011, pero se vio envuelto en escándalos en su país, en donde no pudo ser estrenado debido a denuncias sobre la veracidad de un relato que poco tuvo de objetivo debido a que el productor del filme fue el empresario egipcio Mohamed Al-Fayed, padre de Dodi.
Si bien no es de los papeles más memorables de la australiana Naomi Watts e incluso ella misma en 2014 declaró: "Cada vez que uno se arriesga sabe que puede caer. Y si hay que hundirse con el equipo, pues adelante", se trata de una película que prometía en su lanzamiento y su infamia también la hace recordable. "Me dejé seducir por un personaje tan fascinante", sentenció Watts.
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