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Cunha dejó otra vez la polémica encendida
El árbitro hizo un buen partido pero uno de sus líneas provocó que no cobrara un penal
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20 de febrero de 2017 a las 05:00
No hay caso. Basta una simple jugada para que el buen arbitraje que desarrolló Andrés Cunha en el estadio Campeón del Siglo se vea cuestionado.
Los nervios, la impaciencia de la gente, las protestas y la presión de los jugadores someten el árbitro a una presión constante.
A poco más de 10 minutos del final del partido que los aurinegros igualaban con Boston River 0 a 0 se produjo una incidencia donde reclamaron penal.
El balón derivó a la derecha y cuando Martín Boselli tiró el centro y la trayectoria de la pelota sufrió un desvío al pegar en el codo de Martín González. ¡Penal! Fue el alarido desde todos los sectores del estadio. Los jugadores de Peñarol fueron enseguida sobre Cunha para protestar.
Pero el árbitro, de espaldas a la acción, se apoyó en el línea Freire que nada le señaló.
No fue la única acción que los hinchas de Peñarol le reclamaron a Cunha.
Es que, justo es decirlo, el árbitro llegó al Campéon del Siglo con mala fama. Los hinchas y los dirigentes no olvidaron los dos penales que no sancionó en la goleada que sufrieron ante Wanderers en 2016.
Y se lo hicieron notar apenas salió al campo de juego con una silbatina.
Sobre los 12 minutos de juego se generó la primera incidencia que despertó comentarios.
Sosa atacó contra Arias. Quedó la sensación de que el zaguero de Peñarol lo tenía sujetado. Sosa remató y la pelota pegó en el brazo de Arias que estaba pegado contra el cuerpo. El árbitro desestimó la acción.
Sobre los 16 la televisión desnudó como tomaban de la camiseta a Cavallini en un tiro de esquina a favor de los aurinegros.
En los minutos finales, cuando Peñarol arreciaba sobre el arco de Berbia, Fratta lo cargó en el área a Cavallini en un nuevo centro. Pero Cunha tampoco se dejó impresionar por la acción.
El partido terminó en medio de la desesperación de un Peñarol que veía como se le escapa la chance de ganar y el arco cerrado de Berbia.
Las dudas quedaron planteadas. Peñarol reclamó por un penal que puede generar una semana de polémica pero quedó la clara sensación de que los jugadores ni se ocuparon de Cunha, que se fue con silbidos pero con la tranquilidad del deber cumplido.
