De actriz infantil a consolidada estrella pop

En muy poco tiempo Lali Espósito logró construir una carrera musical que la ha catapultado como uno de los mejores productos puramente pop de Argentina. Replicando un formato más estadounidense que regional (una chica que comienza como actriz y luego se prueba como cantante de música infantil hasta deshacerse de esa imagen perfecta y lanzar su propia música acompañada de una una personalidad juvenil, atrevida y moderna), Espósito encontró su nicho: un público infantil y adolescente que tras una larga lista de ídolos extranjeros andaba necesitando referentes que hablaran en su idioma.

Su carrera comenzó de la mano de una "reina midas" de la televisión argentina: Cris Morena. Con 12 años comenzó su carrera en la novela Rincón de Luz, y luego pasó por otros productos de la creadora televisiva, como Floricienta y Chiquititas Sin Fin. Pero fue con Casi Ángeles que Espósito tuvo su primer vehículo para lucirse en el foco de atención. Como ya había realizado con Rebelde Way, Morena creó el proyecto musical en paralelo a la novela con Teen Angels, quinteto pop que funcionó de manera profesional, editando cinco discos y realizando giras a nivel internacional.

Con esa experiencia en el currículum, Espósito dio comienzo a su carrera solista con A Bailar (2014). Con este disco la cantante sentó las bases de un pop que encuentra referencias y cercanías claras con cualquier tema de moda que suene en las radios. Este lanzamiento fue seguido por su primer protagónico en la televisión argentina con la novela Esperanza Mía, que no hizo más que amplificar su fama y conseguir que ahora no solo fuera escuchada por fanáticos de la música sino que también por seguidores del programa, que terminó apelando más que nada al público infantil.

Sin embargo, fue con sus giras, sus firmas de autógrafos y más específicamente, con Soy (2016) su más reciente trabajo realizado junto a la discográfica Sony Music, que Espósito se ganó el codiciado título de "estrella pop".

Aunque musicalmente continúe siguiendo de cerca las huellas sonoras de otras estrellas que la antecedieron, Soy es un logro gracias a su producción y un entendimiento de lo que está funcionando en este momento.

Con una pata fuerte en los ritmos bailables –ideales para sacar a relucir coreografías durante los shows en vivo–, Soy se basa en el electropop, aunque aparecen algunos toques de dubstep y algunas ineludibles baladas- Tampoco faltan las canciones románticas, especialmente de ruptura –el disco fue creado luego de su sonada ruptura con el actor Mariano Martínez–, pero también celebra la autosuperación y rechaza a los haters. Todos elementos que juntos crean hits teledirigidos a adolescentes.

Su éxito ya quedó comprobado, tanto en Argentina como en Uruguay, donde su mera presencia fugaz para firmar autógrafos causa que sus fanáticos acampen en el Montevideo Shopping, o que en cada show en vivo sus entradas se agoten. Esa es la realidad que se vivirá hoy, cuando la cantante vuelva al Teatro de Verano nuevamente con localidades casi agotadas.