Desarme civil: un objetivo de larga data que quedó trunco

El Ministerio de Defensa era partidario de una regulación más flexible. De hecho, en febrero de 2016, cuando Eleuterio Fernández Huidobro era ministro, había dicho que portar un arma era un "atributo de la libertad".

El Ministerio del Interior ya había intentado desincentivar la tenencia de armas en manos de civiles. En enero de 2013, El Observador informó que la cartera lanzaría el programa "Armas para la vida", que constaba en entregar el arma y recibir a cambio otra: 'un arma para la vida' que podía ser una ceibalita o una bicicleta.

Esta iniciativa nunca vio la luz. El Observador se comunicó con Fernando Gil, vocero del Ministerio del Interior, quien expresó que "por falta de reglamentación no se pudo llevar a cabo". "A la espera de la reglamentación -dijo Gil-, cambió el contexto económico del país".

La campaña "está pronta", según el vocero de la cartera, y aunque ahora ya se consiguió la reglamentación que se necesitaba en 2013, la falta de recursos es el obstáculo actual. "Con el panorama que hay, de momento, no es viable", expresó Gil, aunque adelantó que los acuerdos con el Ministerio de Economía, ANTEL y el Ministerio de Deporte "ya están hechos" y no descartan que se pueda aplicar el año que viene.

La iniciativa de 2013 también buscaba "establecer una tenencia responsable de armas" y tenía como principal objetivo "guiar" a aquellas personas que quisieran adquirir o regularizar un arma de su propiedad.

Las dos campañas se enmarcaban en un contexto de "avance" de crímenes vinculados al narcotráfico que llevaron a la oposición a cuestionar la gestión de Bonomi. Según explicaba un comunicado que emitió la cartera en 2013, el desarme y la tenencia responsable estaban "en el camino hacia una convivencia más armónica".