Dólar por encima de $ 30 a fin de año "hoy parece menos difícil"

El dólar nos está corriendo de atrás". Así explicó el gerente senior del Departamento de Economía de CPA Ferrere, Alfonso Capurro, las modificaciones que la firma ha venido realizando en sus proyecciones relativas a la cotización de la divisa. La evolución de esa moneda, añadió, ha sido una "sorpresa".

En este momento, CPA Ferrere calcula que el billete verde terminará 2015 a $ 29, lo que empujaría la inflación en diciembre a 9,5%.

De todas maneras, Capurro admitió que hoy "la probabilidad" de un dólar a $ 30 para finales de este año "es mayor" que hace un tiempo atrás. "Hoy parece menos difícil", manifestó.

Las proyecciones para el año que viene muestran a un dólar a $ 32, con una inflación que alcanzaría en diciembre de 2016 8,7%.

Pese a que el dólar continuará transitando la senda del fortalecimiento, no se deberían ver ajustes tan "violentos" como en el segundo semestre del año pasado, indicó Capurro. Entre junio de 2014 y junio de 2015 el billete verde se apreció 17% en la plaza local.

La economía de Uruguay crecerá 2,5% este año (1,5% si se quita el "efecto Montes del Plata") y 2% en 2016, según estimaciones de la firma. El consumo, por su parte, perderá dinamismo este año. Sobre todo se resentirá la demanda de bienes durables, producto de que la población está padeciendo una caída en su ingreso medidos en dólares.

Ayer, durante una actividad del banco HSBC de la cual también participó el director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnábar, (ver página 12) el economista de CPA Ferrere sostuvo que la nueva lógica de correctivos salariales contenida en las pautas presentadas por el gobierno hacen que una inflación más alta tenga "menos costos asociados que antes".

Las pautas cambian los umbrales de restricción que tenía hasta el momento la política económica, sostuvo Capurro.

Entre los problemas que atraviesa la economía uruguaya se encuentra la situación de deterioro del mercado laboral, que en el último año perdió 26 mil puestos de trabajo.

"Si la situación del mercado laboral empeora mucho, la bala que se va a usar es acelerar la depreciación de la moneda, y si el costo que tenemos que pagar para eso es que la inflación transitoriamente suba un poco por arriba de los dos dígitos, puede ser un buen negocio si con eso amortiguamos los problemas de empleo", dijo Capurro. El economista añadió que si se deja "que la restricción de hoy siga siendo válida" y que la inflación no pueda pasar del 10%, el costo podría ser que el mercado laboral se siga "desarmando".

"Acá hay que elegir entre uno de los dos males: o evitamos el deterioro del empleo o evitamos un repunte transitorio de la inflación", dijo. A este contexto se suma un "cambio mucho más profundo", sostuvo Capurro. Mientras que hasta ahora el trabajador no le prestaba demasiada atención a la inflación –porque su sueldo crecía por encima de ella– las nuevas pautas modifican ese punto. "Si no hay desinflación, la recuperación de los salarios no va a estar", indicó el gerente senior del Departamento de Economía de CPA Ferrere.