Dólar se disparó a $ 22,15 y para el BCU fluctúa “razonablemente”

En el promedio de las operaciones interbancarias, el dólar subió 1,97% a $ 22,026. En el transcurso del día hubo transacciones entre $ 21,85 y $ 22,15 –el precio de la última operación–, lo que implica una importante oscilación en las cotizaciones. La volatilidad fue aún mayor en los últimos días. El martes el dólar llegó a venderse a $ 21,45, cuando la escasa liquidez del mercado financiero local deprimió el valor del billete verde.

Ayer, el presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, dijo que el precio de la divisa en el mercado local “está fluctuando razonablemente en rangos que todo el mundo percibe con naturalidad y tranquilidad”. Además, descartó que la política monetaria “sea responsable ni de que el dólar haya subido tanto en las semanas anteriores ni que se haya estancado en los últimos días”.

El dólar no solo sube en Uruguay sino también en los principales países de la región. Brasil, el principal socio comercial del país, registró ayer un alza de 2,4% en el precio del dólar, hasta 2,4505 reales, un nuevo máximo desde marzo de 2009.

Si bien el gobierno del vecino país manifestó su incomodidad frente a una depreciación tan marcada –a pesar de ventas masivas de dólares en el mercado–, no ha podido frenar el ímpetu de los inversores por deshacerse de la moneda doméstica. Desde fines de enero, el dólar en el vecino país acumula una suba de 23,1%.

En Argentina, la depreciación también se hace sentir, principalmente en el mercado paralelo. El dólar blue cerró ayer a 9 pesos argentinos, acumulando un incremento de 4,7% en lo que va del mes. En tanto, en el mercado oficial el dólar acelera levemente su ritmo de aumento.

Mercado de pesos

La fuerte suba del dólar ayer se dio en medio de un clima de tensión en el mercado de pesos, en el cual la falta de moneda local presionó a los bancos a abandonar sus posiciones en moneda extranjera. Eso debilitaba el precio del billete verde e impide que siga la tendencia de las monedas de referencia.

Bergara atribuyó la situación actual a los bancos locales y a un error de cálculo. “Buena parte de esta falta de liquidez –no de todos, sino de algunos bancos–, probablemente se deba al hecho de que esperaban que el banco central se comportara de manera más expansiva de lo que lo está haciendo”, señaló Bergara. En ese sentido, enfatizó que “es importante que los bancos entiendan que si el BCU dice que va a actuar de determinada manera, le crean”.

Según supo El Observador, el comentario cayó muy mal en las mesas de cambio de algunos de los principales bancos de plaza, que atribuyen el problema de liquidez a “errores de coordinación” por parte de la autoridad, y a un “mal manejo de los tiempos” en el cambio de las reglas de funcionamiento de los mercados y la política monetaria.

“El Banco Central no puede exigir credibilidad. Si alguien dudó en algún momento en el manejo que se iba a hacer de la política monetaria no es porque sea un nabo, sino porque el Banco Central se hizo fama de no cumplir”, dijo el responsable de una mesa de cambios que prefirió no ser identificado, haciendo referencia al sistemático incumplimiento del rango objetivo de inflación desde diciembre de 2010.

El programa de operadores primarios, implementado por el BCU en noviembre del año pasado para limitar el número de agentes en las emisiones de títulos de regulación monetaria y asegurar la profundidad del mercado, está obligando a las instituciones a comprar y vender títulos en el mercado secundario, lo que demanda una importante liquidez a las instituciones.

Al mismo tiempo, al liberar la tasa de interés en julio, se agregó a los bancos un nuevo reto. Ahora deben cerrar entre ellos sus necesidades de liquidez y no está el Banco Central a disposición para entregar todo el dinero que necesiten a la tasa de política monetaria.

En los últimos días, la tasa de interés en los préstamos interbancarios a un día se disparó a niveles máximos desde 2008. El martes se ubicó en 21,4% –llegando a suscribirse operaciones a 25%–, para moderarse ayer a 20,7%. A pesar de esa baja, las tasas siguen muy por encima de los registros de alrededor de 9% en que se ubicaban antes del cambio de instrumento de política monetaria en julio, cuando el BCU pasó de fijar la tasa de interés a comprometerse trimestralmente a un ritmo de crecimiento de los medios de pago en circulación.

Algunos operadores especulan con la posibilidad de que el BCU intervenga en el mercado para moderar las tasas que, en los niveles actuales, amenazan con trasladarse al crédito y quitarle fuerza al dinamismo de la economía. Sin embargo, Bergara aseguró ayer que se trata de un “proceso de aprendizaje” y que las tasas “van a seguir fluctuando”.